Catalunya registra 1.500 personas con conducta suicida

Catalunya tiene detectadas a unas 1.500 personas con conducta suicida donde se ha implantado el 'Código Riesgo Suicidio,  un plan que el Govern quiere extender a toda Catalunya. La pretención es reducir antes del 2020 en un 10% los más de 530 suicidios que se producen cada año en Catalunya.

Sin la aplicación de un dispositivo como éste, "la literatura médica expone que solo el 20 % de intentos de suicidio tienen seguimiento", ha explicado hoy el director territorial de Salud en Lleida y Alt Pirineu, el doctor Josep Pifarré, en la rueda de prensa para presentar los resultados del CRS.

En la misma, el 'conseller' de Salud, Boi Ruiz, ha remarcado que el Ministerio de Sanidad tiene planeado implantar un modelo de código similar de cara al 2019.

En el 2013 se produjeron en Cataluña 537 muertes por suicidio, siendo así la primera causa de mortalidad prematura entre jóvenes de 25 a 34 años.

Esto supone una tasa de mortalidad de 7,2 defunciones por cada 100.000 habitantes (11,23 hombres y 3,3 mujeres), una cifra que ha crecido desde el inicio de la crisis, pero que se mantiene inferior a la tasas europeas (11,85) y españolas (8,31).

En la línea de las políticas de salud mental a nivel europeo, el Departament de Salut puso en funcionamiento en el 2014 el CRS con la implicación de más de 900 profesionales y casi 90 centros sanitarios, desplegándose a día de hoy en el 54 % del territorio catalán.

Pifarré ha explicado que con el CRS se busca "que las estructuras sanitarias se articulen alrededor de los pacientes y sus familias, además de mejorar la detección precoz y el seguimiento integral y longitudinal".

REGISTRO SANITARIO

Entre las novedades del plan destaca la creación de un registro sanitario de casos atendidos, pionero internacionalmente, para "conocer no solo las muertes por suicidio, sino también los intentos realizados y disminuir la mortalidad, ayudar a los supervivientes y prevenir repeticiones de tentativas", según Pifarré.

En ese sentido, en un año se han detectado unas 1.500 personas con conducta suicida donde se ha implantado el CRS, con un 73% de activación del despliegue del dispositivo, mientras que el 94 % de las personas han hecho una sola tentativa de suicidio.

Paralelamente, el SEM ha hecho llamadas de seguimiento telefónico a los 30 días en el 91 % de los caso, algo prioritario porque "como mínimo en el 68 % de los casos hay un diagnóstico de trastorno mental, mayormente depresión y ansiedad", ha dicho la directora del Plan Director de Salud Mental y Adicciones, Cristina Molina.

El plan de CRS consta de tres fases: la de alerta y activación, puesta en marcha desde el servicio de urgencias hospitalarias al detectar un caso de conducta suicida, ya sea a través de llamada telefónica o de un test de prevención, con relevancia especial del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y del servicio telefónico del 061-CatSalut Respon.

Una segunda etapa de seguimiento proactivo, telefónico y presencial, desde servicios sanitarios especializados y desde el SEM, y finalmente una tercera donde el médico de familia hace un seguimiento integral preventivo en el estado de salud.

Otra de las prioridades de las políticas de prevención del suicidio es ayudar a los supervivientes, es decir, a los familiares o personas cercanas a quien haya consumado el suicidio.

La presidenta de la Asociación de Supervivientes DSAS, Cecilia Borrás, ha reclamado que "hay que apoyar el duelo de los supervivientes con ayuda profesional, y también con espacios de confianza que contribuyan a un cambio social".

"Estamos hablando de como mínimo seis personas cercanas al suicida, lo que supone en Cataluña unos 3.000 supervivientes cada año", ha concluido el responsable del Programa de Prevención del Suicidio en el Hospital Santa Pau de Barcelona, Santiago Duran-Sindreu.

Esta cambio de paradigma tiene que ir acompañado, según Borrás, de más presencia en los medios de información sobre los suicidios para "romper con las creencias falsas de esta muerte proscrita y marginal".