Cantabria desarrolla un nuevo método para detectar puntos de inseguridad vial

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La Universidad de Cantabria (UC) y la Real Academia de Ingeniería han desarrollado un nuevo sistema que utiliza la metodología de análisis probabilista, análoga a la que se usa en las centrales nucleares, para valorar los principales riesgos y detectar puntos de inseguridad vial en las carreteras.

Esta nueva metodología, pionera a nivel mundial y que ya ha despertado el interés de organismos nacionales e internacionales, introduce entre los parámetros de riesgo, el factor humano, lo que no es habitual.

Su objetivo es aumentar la seguridad en las carreteras, anticipando los puntos en los que se pueden producir accidentes, con lo que destaca su carácter "preventivo", según ha explicado uno de sus creadores, el catedrático de la UC Enrique Castillo Ron.

Este nuevo sistema permite además, según ha añadido, proponer soluciones, que con pequeñas inversiones, pueden facilitar la reducción de accidentes en las carreteras, sobre todo los más graves, favoreciendo la "eficiencia" presupuestaria al priorizar las intervenciones más urgentes, con unos costes mínimos.

Esta nueva metodología para el análisis de seguridad en carreteras y autovías la ha presentada hoy Castillo, junto al consejero cántabro de Obras Públicas, José María Mazón; el rector de la UC, Ángel Pazos, y el gerente de la Real Academia de Ingenieros, Javier Pérez de Vargas.

Para su puesta en práctica se han estudiado tres carreteras autonómicas en las que se han detectado varios puntos en los que se sugieren "mínimas" actuaciones que ofrecen un resultado "beneficioso" para mejorar la seguridad vial que el Gobierno de Cantabria prevé ir ejecutando, ha explicado el director general Obras Públicas, José Luis Gochicoa.

Enrique Castillo ha puntualizado que reducir a cero los accidentes es "imposible" y ha subrayado que el objetivo es rebajar los más graves, con lo que se obtienen beneficios sociales y un ahorro estimado que podría alcanzar el millón de euros en esas tres carreteras con una inversión de unos 25.000 euros.

La nueva metodología, que ha desarrollado junto al ingeniero Zacarías Grande, valora los accidentes ocurridos en una carretera y la peligrosidad de la vía considerando todas las variables; identifica los puntos críticos; predice la localización, tipo y gravedad de los accidentes, determinando sus causas, y ofreciendo soluciones óptimas.

Para ello, se realiza un recorrido de cada carretera grabando un vídeo, a partir del cual se identifican todos los elementos que inciden en la seguridad y sus localizaciones correspondientes (puntos kilométricos).

Una vez identificados estos elementos, se consideran las variables, entre las que se introducen los factores humanos, para establecer un gráfico con las probabilidades de que suceda un accidente en cada tramo de la carretera, a modo de un "cardiograma", ha explicado Castillo.

De esta manera, el catedrático ha añadido que se procede a buscar soluciones para reducir la frecuencia de la aparición de incidentes, aplicando medidas como la reducción de la velocidad máxima permitida, construcción de rotondas o mejora de la visibilidad o el firme.