Estudio científico

El cambio climático podría afectar a las plantas de flores grandes en el Mediterráneo

El calentamiento del mar sería la causa de que disminuyera el número al necesitar muchos recursos para mantenerse

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El cambio climático podría limitar el éxito en la reproducción de las plantas de flores grandes, ya que necesitan hasta dos litros de agua diarios durante la época de floración para mantener las corolas de sus flores, según un estudio realizado por investigadores españoles y que ha sido publicado en la revista 'Perspectives in Plant Ecology, Evolution and Systematics'.

El estudio, realizado por los científicos Fernando Valladares, del MNCN (Museo Nacional de Ciencias Naturales) del CSIC, y Alberto L. Teixido, de la Universidad Rey Juan Carlos, analiza las especes de jaras Cistus albidus y Cistus ladanifer y advierte de que el número de plantas de flores grandes podría disminuir a causa del calentamiento en el mediterráneo porque necesita de "muchos recursos para mantenerse".

El atractivo de las flores hace que un mayor número de insectos polinizadores se acerque a la planta y, por lo tanto, es un factor determinante para aumentar sus posibilidades de reproducción.

Valladares ha destacado que el consumo de agua y carbono que implican las flores grandes contrasta con las estrategias para maximizar la eficiencia del uso de los recursos disponibles que caracterizan a las plantas de los ecosistemas mediterráneos.

Los investigadores han cuantificado los costes diarios de agua y carbono que requiere el mantenimiento de las corolas y los han comparado con los del resto de la planta.

Los datos obtenidos muestran que, durante el periodo de floración, las jaras pueden necesitar hasta dos litros de agua para mantener las corolas de sus flores. Esta cantidad representa la mitad del gasto hídrico de todas las hojas.

Asimismo, el carbono que las flores necesitan para respirar supone casi tres cuartas partes de la demanda total de la planta y cuadruplica las necesidades de las flores de especies de climas fríos.

El ascenso de las temperaturas y el descenso de las precipitaciones que proyectan los modelos de cambio climático para las zonas mediterráneas pueden dañar las flores y, consecuentemente, los procesos reproductivos de la planta.

"El cambio climático podría desajustar las interacciones entre plantas e insectos polinizadores y limitar su éxito reproductivo a pesar de su adaptación a las condiciones del clima mediterráneo", ha añadido Valladares.

En defintitiva advierte de que la "consecuencia directa" del aumento de las temperaturas y el descenso de agua disponible podría implicar "limites selectivos al tamaño floral", lo que significa que las flores pequeñas tendrían más ventajas y esto provocaría la disminución del número de plantas con flores de grandes.