CINCO DETENIDOS

Cae una banda que prostituía mujeres en Bélgica y España

El cabecilla manejaba tres webs de contactos desde la Costa del Sol

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La Guardia Civil, en colaboración con la Policía belga y Europol, ha detenido en Málaga al jefe y a otras cuatro personas componentes de una red que ofrecía mujeres en internet a clientes de Bélgica y que había iniciado contactos para ampliar el "negocio" a la Costa del Sol, Ibiza y Barcelona, y a Francia y Dinamarca.

Stefan Rene T.F., un belga con antecedentes por narcotráfico en su país, tenía tres páginas web en las que aportaba teléfonos para ofrecer entre 15 y 20 jóvenes de nacionalidad rumana y marroquí a clientes de Amberes.

Una mujer marroquí le denunció en Amberes por trato vejatorio (tenía quemaduras de cigarrillos por todo el cuerpo). Esto permitió a la policía tirar del hilo y descubrir que la red conducía a las mujeres hasta los clientes, que satisfacían su demanda en hoteles o en sus propios domicilios.

Y si estos clientes se quejaban de alguna de las chicas, la organización no dudaba en maltratarlas: les quitaban el pasaporte, no las dejaban salir, les retiraban la comida e, incluso, les propinaban palizas o les quemaban el cuerpo con cigarrillos.

Según el capitán Manuel Robles, jefe de operaciones del departamento de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, los clientes pagaban en torno a 200 euros por el servicio de una chica, de los que 50 euros iban a parar al bolsillo del detenido. Tanto es así que el jefe de la banda estaba ya intentando captar chicas rumanas para "trabajar" en la Costa del Sol, en Ibiza y en Barcelona para extender su negocio en esas zonas, y ya había mantenido contactos para poder ofrecer el servicio de acompañamiento de esas mujeres en fiestas de alto standing en yates, otros barcos de lujo o discotecas.

Fuera de España, la organización, a través del lugarteniente de Stefan Rene, pretendía ampliar su actividad delictiva a Francia y Dinamarca.