Bruselas prohibirá tres plaguicidas que matan a las abejas

Los productos dejarán de utilizarse durante dos años hasta comprobar la evolución de las poblaciones de estos insectos

Una abeja liba en un almendro en flor

Una abeja liba en un almendro en flor / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona / ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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Tres insecticidas con neonicotinoides de gran uso en agricultura, destinados esencialmente al control de escarabajos, polillas, pulgones y otras plagas, quedarán prohibidos durante al menos dos años en territorio de la Unión Europea (UE) debido a los efectos que causan sobre las poblaciones de abejas, según ha anunciado este lunes la Comisión Europea tras una votación entre los estados miembros que se saldó con una mayoría simple de 15 sobre 27.

Como subraya la Comisión, las abejas tiene un papel ecológico y económico fundamental porque son responsables de la polinización de numerosos cultivos. "Se calcula que tienen un impacto anual de 22.000 millones de euros", explica José Luis García, responsable de apicultura en la Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos de España (COAG), favorable a la prohibición. El uso de insecticidas es uno de los supuestos responsables del gran declive de las abejas, estimado en más del 25% en algunos países, pero no son el único. También se citan diversos hongos y protozoos, las sequías y los monocultivos extremos, entre otros.

El veto temporal afecta concretamente al 'tiametoxam, el imidacloprid y la clotianidina', tres neonicotinoides o derivados de la nicotina que están presentes en multitud de productos comerciales. "En España se emplean especialmente en cultivos de maíz, algodón, girasol y colza", prosigue García. Los tres productos están bajo sospecha desde hace dos décadas por sus supuestos efectos neurotóxicos sobre el sistema nervioso de las abejas, que pierden la orientación y no logran volver a las colmenas, aunque la decisión de prohibirlos es resultado de uninforme muy reciente publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

En situaciones como las de ayer, en la que los 27 países no alcanzan una mayoría cualificada, sino solo simple, la Comisión tiene potestad para decidir. Y en el caso de las abejas el Gobierno comunitario lo tiene claro, como recordó ayer el comisario de Sanidad, el maltés Tonio Borg: "El texto saldrá adelante en las próximas semanas". En la propuesta ha sido fundamental el cambio de opinión de dos países, Alemania y Bulgaria, que se habían pronunciado en contra de la prohibición en una votación celebrada el pasado marzo. Así se logró superar el 50%. En total, quince estados votaron ayer a favor, entre ellos España, y ocho lo hicieron en contra. Hubo cuatro abstenciones. "Dado que nuestra propuesta se basa en diversos riesgos para la salud de las abejas identificados por la EFSA, la Comisión seguirá adelante con su texto en las próximas semanas".

Según las estaciones

En particular,la comunicación de la CEsugiere modificar las condiciones de aprobación de los tres neonicotinoides para restringir su uso a los cultivos que no atraen a las abejas y a los cereales de invierno, ya que la exposición a los pesticidas durante el otoño no se considera peligrosa. Además, plantea prohibir la venta y uso de "semillas tratadas" con productos que contengan esas tres sustancias (excluyendo también en este caso las semillas de las plantas que no atraen a esos insectos y las de los cereales de invierno). Las excepciones se limitarán a la posibilidad de tratar cultivos en invernaderos o campos al aire libre sólo después de la floración.

La decisión de Bruselas, apoya las demandas de la organización ecologistaGreenpeaceque ha instado al comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, ha implantar de manera "inmediata" el veto de dos años a los neonicotinoides más frecuentes como plaguicidas y que ponen en riesgo la vida de las abejas. La decisión supone oponerse a los intereses de las compañía Bayer y Syngenta, principales fabricantes de los productos.

Syngenta, Basf y Bayer, afectadas

Greenpeace acusa aSyngenta, BASF y a Bayer de "ignorar" las advertencias de los científicos sobre la toxicidad de los plaguicidas y recuerda que la Agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) consideró el pasado enero que los tres neonicotinoides sometidos a examen planteaban un "riesgo agudo alto" para la cabaña de abejas en la UE.

Los ecologistas extienden sus alertas a otros pesticidas y destacan que países como Italia, Francia, Alemana y Eslovenia ya ponen en práctica restricciones parciales al uso de neonicotinoides "sin un impacto negativo significativo en la producción agrícola". También el grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo han recibido con entusiasmo el resultado del voto de este lunes que permitirá al comisario Borg seguir adelante con su propuesta, si bien han criticado a los países que han votado en contra de ceder a las presiones de la industria agroalimentaria.

La eurodiputada de Los Verdes Sandrine Belier ha afirmado que el veto es "la única conducta responsable" ante lo publicado por EFSA y ha apostado por una prohibición "total" para frenar la fuerte mortandad de las abejas en la UE.

Papel vital

El comisario recordó que las abejas son "vitales para nuestro ecosistema" al favorecer la polinización, y que su contribución anual a la agricultura europea se cifra en más de 22.000 millones de euros. El origen de la propuesta comunitaria es un informe de la EFSA publicado en enero que relaciona el uso de los insecticidas con neonicotinoides, sustancias derivadas de la nicotina, con la alta mortalidad que sufren las colonias de abejas. Las excepciones a la prohibición de esos pesticidas se limitarán a la posibilidad de tratar cultivos en invernaderos o campos al aire libre solo después de la floración.

El presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Matthias Groote, celebró en un comunicado la decisión de la CE, pero advirtió de que "aún faltan datos por conocer" para entender exactamente cómo los neonicotinoides afectan a las abejas, al tiempo que aseguró que esas sustancias no son las únicas amenazas para estos insectos.

Mientras, el liberal británico Chris Davies manifestó que "hay evidencias suficientes" para creer que los neonicotinoides perjudican a los polinizadores.

Greenpeace celebró en un comunicado igualmente la decisión, que salió adelante a pesar de la "presión" ejercida por empresas que fabrican esos pesticidascomo Syngenta, Bayer o BASF. Asociaciones de apicultores y organizaciones ecologistas comoAvaazse manifestaron frente a las instituciones comunitarias en Bruselas para pedir el veto de esas sustancias.