AMENAZA LEGISLATIVA AL MEDIOAMBIENTE

Brasil vota una nueva ley forestal que los ecologistas ven "catastrófica" para la Amazonia

Vista aérea de la carretera Trans-Amazónica, en Brasil

Vista aérea de la carretera Trans-Amazónica, en Brasil / JB/GN

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El Congreso de Brasil  votará este miércoles la polémica ley de bosques que ha recibido duras críticas de losecologistas, que la consideran "catastrófica" para la Amazonia porque permitirá un aumento de la devastación de las selvas. Las discrepancias entre diferentes versiones del proyecto legislativo llevaron el martes a los diputados a dejar para el miércoles la votaciónpara tener más tiempo para debatir.

El texto legal partió de la iniciativa del Gobierno, fue votado por la Cámara de los diputados, luego por el Senado y ahora ha vuelto a la Cámara baja para evaluar las alteraciones realizadas. El debate elevó el martes el tono en el Congreso porque el diputadoPaulo Piau, encargado de redactar el proyecto, incluyó 21 enmiendas que, en opinión de los ecologistas, "lo empeoraron mucho".

El texto, tal y como se aprobó en el Senado, tiene el respaldo de la mayoría del oficialismo y de los diputados que representan a los grandesempresariosrurales, presentes en todo el arco parlamentario excepto la extrema izquierda.

Menos zonas vírgenes

La nueva ley, conocida comoCódigo Forestal, pretende sustituir a la legislación actual, que data de 1965, regula los límites a la actividad agropecuaria y la normativa del uso general de los suelos rurales. Entre las novedades, se plantea la reducción de las áreas deselvao bosque que deben ser protegidas dentro de cada propiedad rural. En la región amazónica loshacendadostendrían que mantener en pie la mitad de laselva virgen de sus fincas, mientras que hasta ahora eran obligados a dejar intacto el 80% del terreno.

El proyecto también establece que laszonas protegidas a la vera de los ríos, que hoy suponen una franja de 30 metros a cada lado, disminuirán a los 15 metros en el caso de los menos caudalosos. Esto permitirá expandir los terrenos destinados a la agricultura y ganadería, con lo que se pretende afianzar a Brasil como uno de los mayores productores de alimentos del mundo, pero también podría contribuir a destruir el 60% de la vegetación nativa del país, según cálculos deGreenpeace.

"Herencia maldita"

El diputado izquierdistaIván Valente, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), ha afirmado que la nueva ley solo atiende al interés "de los beneficios inmediatos" de los grandes exportadores de soja, ganado y biocombustibles, y dejará una "herencia maldita" a las generaciones futuras.

En contrapartida a la reducción de las áreas protegidas, la nueva ley establece la obligación de recuperar las zonas que sean degradadas en el futuro y concede incentivos económicos para los agricultores que adopten prácticas sostenibles.

Amnistía controvertida

La cuestión que más discusiones ha generado en el Congreso es laamnistía para los hacendados que, violando la legislación actual, desforestaron reservas ambientales para extender su actividad agropecuaria. Elministro de Desarrollo Agrario,Pepe Vargas, reiteró hoy que la presidentaDilma Rousseff pretende vetar la propuesta de amnistía para losdeforestadores, puesto que el objetivo del Gobierno es que "se preserve lo que está en pie y se recomponga buena parte de lo que fue destruido".

El Código Forestal también incluye una recomendación, que deberá ser reglamentada por ley, que prevé la prohibición de la importación de productos agrícolas procedentes de países donde la legislación ambiental sea más laxa que en Brasil.

Antes de la sesión del martes, elPartido Verde y varios grupos ambientalistas realizaron una manifestación frente al Congreso para presionar a Rousseff cara a que vete los puntos más polémicos de la ley cuando vaya a sancionarla.