El bosque de la diversidad

Imaginemos un bosque dónde sus raíces llegan a todos los rincones del mundo. Un bosque formado por árboles llenos de diversidad, heterogeneidad y multiculturalidad. Donde cualquier árbol tiene su lugar, es bienvenido y convive en comunidad. Es más, imaginemos que estos árboles sean historias de vida, de niños y niñas que conocen sus orígenes y historias familiares, para descubrir que nuestras raíces son tan amplias como el mundo nos permite. Niños viendo que todos llegamos a todas partes, que migrar es natural en cada familia y que las personas, como los árboles, necesitamos asentar nuestras raíces para conseguir una estabilidad en nuestro desarrollo.

Desde Save the Children estamos plantando este bosque lleno de diversidad, queremos romper barreras y acercar la situación que viven las personas migrantes y refugiadas a toda la comunidad. Creemos que todas las personas somos motor de cambio y por ello, hemos querido incentivar el conocimiento y compromiso de esta problemática. “El meu arbre, les teves arrels” es una iniciativa de sensibilización y educación ciudadana que trabaja a nivel global. Promueve y educa a favor del respeto de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas a través de un ejercicio de memoria institucional y personal.

El proyecto busca el compromiso y reconocimiento por parte de los municipios por eso se invita a todos los ayuntamientos a la adhesión de una Declaración Institucional de Municipio comprometido con la infancia refugiada con el objetivo de dar apoyo y acogida a estas personas refugiadas. Se quiere asegurar que las instituciones locales se solidarizan y garantizan el respeto y la promoción activa de los derechos humanos de estas personas.

Para poder plantar nuestro inmenso bosque necesitamos el apoyo del resto de la comunidad. Por eso, desde los municipios se impulsa la participación de la sociedad civil, generando así una comunidad comprometida. Escuelas, centros abiertos y espacios de tiempo libre son factores claves para el desarrollo de este proyecto y para llegar y sensibilizar a nuestra infancia. Desde los centros se trabaja el árbol genealógico de cada niño mediante una propuesta pedagógica. En la copa del árbol se situará el protagonista junto con sus hermanos o hermanas, y a través de sus raíces llegaremos a los orígenes de sus antepasados, descubriendo así la variedad que hay en cada árbol.

Profesores y educadores pueden trabajar conceptos como la migración, sus causas y los derechos humanos. El proyecto da visibilidad a la diversidad que hay en cada familia, profundizando en la migración que se encuentra en nuestras historias y acercando los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas. Nuestra infancia es nuestro futuro y por ello, creemos importante acercar de una manera educativa y simbólica esta reflexión.

El gobierno español se comprometió hace dos años a acoger 17.337 personas refugiadas. El plazo ya ha terminado y tan sólo han llegado 1.983. Ante esta triste situación nos preguntamos, ¿cuándo veremos un cambio?. Por ello, des de Save the Children queremos fomentar el compromiso y la crítica social de nuestra comunidad para frenar esta crisis humanitaria. Todos somos agentes de cambio, solo necesitamos las herramientas necesarias.

Con este proyecto, trabajando la diversidad de nuestras raíces, escuchamos a muchos niños reflexionando sobre la injusticia de esta situación y construyendo un pensamiento crítico y comprometido. Vemos a comunidades unidas, celebrando actos por la defensa de los derechos de las personas migrantes y concienciando a los entes locales. Poco a poco, nuestro bosque va creciendo y echando raíces, a la espera de conseguir un lugar donde todos los árboles sean bienvenidos.