LA EXPERIENCIA ANDALUZA

La bolsa contra el hambre

Los niños asumen con naturalidad que el cole les dé la merienda y el desayuno

Varios niños de un centro escolar del barrio de La Palmilla, en Málaga, con las bolsas de comida.

Varios niños de un centro escolar del barrio de La Palmilla, en Málaga, con las bolsas de comida. / periodico

JULIA CAMACHO / Málaga

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«Profe, mi bolsa». Los niños son quienes han asumido con más naturalidad, casi como un regalo, el reparto de bolsas con la merienda y el desayuno que desde el pasado lunes se realiza en 140 colegios de Andalucía, ubicados todos ellos en zonas de riesgo o con especial tasa de marginación. Y una simple charla con los padres a las puertas de los centros evidencia la necesidad de las ayudas.

«Sin este apoyo no sé cómo me las apañaría para darles de comer», cuenta Charo en un colegio de la barriada de La Palmilla, una de las más degradadas de Málaga. Con cuatro hijos de entre 7 y 18 años a los que sacar adelante sola, dice no contar con más ingresos que lo que saca limpiando alguna casa o vendiendo ropa. «Esto es gloria para nosotros», explica.

Una ayuda que también agradece Verónica, en paro y madre soltera de un niño de 7 años. «Yo me puedo apañar con cualquier cosilla, o no comer. Lo poco que gano es para el peque, y casi nunca llega», señala. También la aplaude Lorentina, con cuatro hijos pequeños a los que tiene que criar sola tras el abandono de su marido y que se gana la vida mendigando. Reconoce que sin las bolsas marrones que se acumulan en sus manos los niños se acostarían sin ingerir nada.

>>Lea la información completa sobre la experiencia andaluza con la nutrición infantil en e-Periódico