LAS AMENAZAS DE INTERNET

Ni cine ni refrescos

Fernando Trueba, en la librería La buena vida de Madrid.

Fernando Trueba, en la librería La buena vida de Madrid. / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Sentado en su furgoneta, en un ir y venir, el tuitero graba un vídeo: “Por un garbanzo negro, esta vez sí se va a joder el cocido, y si no estás a gusto en España, te vas a tomar por culo; venga, bizco de los cojones”. El sujeto de marras le habla al mundo a través de las redes sociales, pero se dirige al director de cine Fernando Trueba, que el viernes estrenó película y ahora saborea las mieles del boicot por unas declaraciones de hace más de un año en las que confesó no sentirse español.

El llamamiento a ningunear el filme 'La reina de España' parece haber surtido efecto: ha sido la quinta más vista el pasado fin de semana, cuando lo lógico habría sido un cajón en el podio. La recaudación no ha llegado a los 400.000 euros, muy lejos de los 14 millones que ha costado la cinta. El origen de la venganza virtual se remonta a septiembre del 2015, cuando Trueba recogió el Premio Nacional de Cinematografía. "Nunca me he sentido español, jamás, ni cinco minutos de mi vida. En los mundiales siempre iba con las selecciones de otros países". También dijo que le hubiera gustado que la Francia de Napoleón ganara la guerra de independencia. A pesar de que al día siguiente pidió disculpas a todo el que se hubiera sentido ofendido, la maquinaria del odio ya estaba en marcha. Y hasta hoy. 

Incluso algún que otro famoso se ha sumado al boicot. Como el torero Fran Rivera, que exigió al cineasta -al que llamó "sinvergüenza" en su cuenta protegida de Twitter- que devolviera todas las subvenciones. En el otro extremo, Jordi Évole, al conocer la campaña contra Trueba, animó al respetable a acudir a las salas para ver la película que protagoniza Penélope Cruz

El realizador madrileño no es el único que en los últimos días sufre la justa internauta. También la padece Sol DaurellaSol Daurella, flamante miembro del Consejo de Diplomacia Pública de Catalunya (Diplocat). La presidenta de Coca-Cola European Partners se ha convertido de la noche a la mañana en la William Wallace del independentismo catalán, a pesar de que este consorcio público-privado no incluye en su lista de objetivos la secesión, sino el “fomento del diálogo y la construcción de relaciones de confianza entre los ciudadanos de Catalunya y el resto del mundo”. El proceso independentista sí aparece, sin embargo, en la carta de bienvenida del secretario general del Diplocat, Albert Royo, en la web del ente, en la que cita tanto el derecho a decidir como la necesidad de “informar a los principales decisores políticos y económicos a nivel europeo e internacional del proceso democrático que se ha iniciado”.

LINCHAMIENTO HABITUAL

Esa es la frase que Twitter ha cogido como percha para cargar contra la marca de refrescos -que no etiqueta en catalán, por cierto- y contra la influyente empresaria, una de las mujeres más ricas de España. Tiene incluso ‘hashtag’ propio: #CocaColaRompeEspaña, con ingeniosos fotomontajes en los que aparece una lata con la estelada. Pepsi debe estar frotándose las manos, pero lo que sucede en la red social es tan efímero como cortos son los tuits. Todo empezó a las 20.42 horas del sábado 26 de noviembre. En ese momento, la cuenta @Bcn_rojigualda lanza el primer mensaje con la etiqueta. Entre los 20 siguientes, tres concejales del PP y un miembro de la ejecutiva de Ciutadans en L’Hospitalet, que no significa nada pero es un dato más.

El linchamiento es habitual en las redes sociales, sobre todo en Twitter, donde abundan las cuentas anónimas que insultan a personajes públicos como si no hubiera mañana. Lo sufrió hace algunas semanas Gerard Piqué cuando se recortó las mangas de la camiseta antes de un partido de la selección ante Albania. Le acusaron de querer eliminar la bandera española. Incluso algún diario deportivo dio pábulo a la noticia para, poco después, retirar lo publicado de la web como si nada. Todo resultó ser falso, pero la lluvia de insultos ya aguardaba al futbolista para cuando abriera su móvil.

ILUSTRES INSULTADOS

Han pasado por el mismo trance personajes como Quico Rivera, Dani Rovira, María Escario, Andreu Buenafuente, Lucía Etxebarría, Ana Pastor, Eva Hache, Lara Siscar. También Josef Ajram, que tras ser vapuleado por el #NocillaGate (un internauta le hizo creer que la marca quería contratarle y el bróker y deportista cayó en la trampa) inició un proceso judicial, pues logró desenmascarar al anónimo que hizo comentarios de muy mal gusto sobre su hija, menor de edad. No sería la primera vez que la ley cae sobre un tuitero. Un joven que pidió "un tiro en la nuca para la infanta" fue condenado a un año de cárcel. La periodista Almudena Ariza fue indemnizada con 30.000 euros por recibir insultos en varias webs. Y a una joven le cayeron dos años por enaltecimiento del terrorismo en la red. No todo vale con un teclado entre los dedos.