DEBATE SOBRE LA FINANCIACIÓN DE LA SANIDAD
Boi Ruiz flirtea con las mutuas y defiende una póliza obligatoria
Ante un auditorio integrado por directivos de compañías sanitarias privadas, convocado por la Associació Catalana d'Entitats de Salut (ACES), elconsellerde Salut, Boi Ruiz, expuso ayer lo que, en principio, consideró una posible fórmula capaz de financiar el sistema sanitario público: establecer la obligatoriedad de que los ciudadanos de una determinada renta media o alta suscriban una póliza aseguradora, a través de la que recibirían asistencia para sus problemas médicos de poca entidad. La idea, conocida, esperada y aplaudida por quienes le escuchaban, fue descartada tres horas después por la Conselleria de Salut, que, en nombre del Govern, negó que la Generalitat esté considerando una iniciativa de ese calibre. Un cambio así, en cualquier caso, exigiría una nueva redacción de la ley general de sanidad, de ámbito estatal, así como la aprobación del resto de las comunidades autónomas y la del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy.
«Nos gustaría abrir la opción a un modelo asegurador distinto del actual -dijo literalmente Ruiz-. Seríamos partidarios de un modelo mucho más europeo, donde los ciudadanos suscriben una póliza básica: un seguro obligatorio para aquellos que tienen un nivel de renta alto, más una póliza catastrófica». Elconsellerno entró en detalles, pero sí lo hicieron quienes le habían propuesto que abriera el debate, celebrado en la escuela de negocios de ESADE.
PARTE PÚBLICA El modelo al que aludió elconseller Ruiz no impediría que el sector de la población con nivel de renta medio o alto siguiera financiando la sanidad pública a través del pago de impuestos. De hecho, estaría obligado a hacerlo, ya que la «póliza catastrófica» citada por elconsellerle garantizaría la asistencia en los hospitales públicos en caso de sufrir una enfermedad de riesgo vital o coste inaceptable para las aseguradoras privadas: cáncer, infarto de miocardio, sida o trasplante de un órgano, entre otras. Esa doble vía de financiación, que ahora suscriben voluntariamente un 25% de los catalanes a través de mutuas privadas, evitaría lesionar en exceso o descapitalizar gravemente la red asistencial pública, que seguiría atendiendo todas las necesidades sanitarias de las personas de renta baja, además de las de pensionistas y jubilados.
Quienes quedaran obligados a suscribir una póliza médica privada no podrían acceder a los servicios públicos cuando se vieran afectados por dolencias crónicas, infecciones puntuales, fracturas aparatosas pero no vitales o problemas oculares, auditivos o dermatológicos, que les serían atendidos en centros privados adscritos a dicha póliza. También podría existir la opción de que se les visitara en un hospital público, que posteriormente pasaría la factura a su aseguradora.
Boi Ruiz expresó el deseo de que se abra «en España» el debate sobre un nuevo modelo asegurador de la sanidad, y ofreció la idea al presidente electo, Mariano Rajoy, si bien desconfió de que el Gobierno del PP se dedique a esto ahora. La ministra de Sanidad en funciones, Leire Pajín, también se dirigió públicamente al presidente electo pidiéndole que «no consienta» que la Conselleria de Salut «vulnere el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud».
UN PARCHELos organizadores del acto aplaudieron que elconsellerexpusiera con tanta nitidez su posición. «La tasa sobre las recetas de fármacos anunciada por elpresidentArtur Mas no solucionará el déficit sanitario -apuntó Francesc Moreu, de ACES-. Será un simple parche. Hay que cambiar el modelo sanitario». «Me ha dado la impresión de que elconsellerRuiz leía una de mis conferencias», dijo Ignacio Orce, presidente de Assistència Sanitària, principal aseguradora sanitaria catalana, que cuenta con 200.000 afiliados. «No todo el mundo puede tener acceso al 100% de lo que ofrece la sanidad pública -afirmó Orce-.
Quien gane más de 30.000 euros al año debería estar obligado a suscribir una póliza médica privada, con derecho a acceder al sector público si sufre algo grave y muy caro». Orce sería partidario de que las operaciones de apendicitis, hernias y cataratas, más los partos, entre otras muchas intervenciones, fueran resueltas por el sector privado.
El vicepresidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, se declaró «sorprendido» por la idea de Ruiz. «El Pla de Salut presentado el lunes no habla de esto», dijo. «El modelo sanitario español no admite esas fórmulas», añadió.
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