PREMIOS FUNDACIÓN PRINCESA DE GIRONA

«Es jugar en el Barça de la biotecnología»

El bioquímico catalán Bernat Ollé promueve en Boston empresas que desarrollan fármacos innovadores para enfermedades de siempre

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Bernat Ollé no cree haber nacido con el gen emprendedor. Sí tenía ética de trabajo y curiosidad pero, de hecho, se recuerda a sí mismo como un niño algo vergonzoso, de esos que cuando en la escuela se organizaba una venta para recaudar fondos acababa con sus propios padres comprándole todos los polvorones porque él no tenía desparpajo para ponerse a vender.

Hoy, en cambio, este hombre nacido hace 34 años en Reus se mueve como pez en el agua entre inversores, buscando dinero, creando empresas innovadoras y prometedoras en el campo de las ciencias de la salud y contratando talentos. Y lo hace en Boston, donde este graduado en ingeniería química en la Universidad Rovira y Virgili fue contratado en 2007 por el grupo de capital riesgo PureTech Ventures tras doctorarse y a la vez sacar un MBA en el prestigioso MIT«Es como jugar en el Barça de la biotecnología», cuenta por videoconferencia.

Ese trabajo que combina la búsqueda de inversores y el impulso a startups, le encontró a él más que al contrario y Ollé inmediatamente supo que era para él. «Fue la primera vez que no me tuve que preguntar si me veía feliz haciendo eso», explica, y no le falló la intuición. Aunque sabe que «en el mundo de las startups hay incertidumbre constante y múltiples maneras de morir en el intento», han sido cuatro las empresas que él ha puesto en marcha desde que llegó a PureTech, parte del motivo por el que ha sido reconocido con el Premio Fundación Princesa de Girona Empresa 2015, que recogerá el día 25 en el Forum Impulsa15 de manos del Rey.

La primera fue Follica, centrada en desarrollar un tratamiento para la calvicie, un tema «biológicamente bastante complicado pero posible». La segunda fue Enlight Biosciences, «un vehículo de varias compañías» donde las farmacéuticas ponían el dinero y Ollé y los suyos «las ideas», con la meta de lanzar empresas que desarrollen técnicas de investigación y aplicaciones médicas. En su currículo emprendedor también está Mandara, un programa de nutrición creado en colaboración con compañías de alimentación.

En la cresta de la ola

Aunque se suela decir que se quiere a todos los hijos igual, Ollé es de los que cree que siempre hay favoritos. En su caso es Vedanta Biosciences, su cuarta empresa, que está desarrollando medicamentos que funcionan modulando el microbioma humano, esa vasta población de microbios que viven dentro de nosotros y que desarrollan un papel fundamental en la salud y el bienestar. Aunque aún no consigue los miles de millones de dólares que se están destinando a la inmuno-oncología, el microbioma es uno de los campos médicos de investigación que más promesas encierra y más excitación provoca. «La cresta de la ola», en palabras de Ollé, que demuestra que escuchó bien a aquel tutor de su tesis, que le recomendó embarcarse en proyectos lo más importante posibles. «La única motivación ahora es el impacto», dice.

Se sabe afortunado de estar en una de las ciudades que, con Nueva York, concentra la mayor parte de los grupos de capital riesgo, y en un país, como recuerda, donde «el gobierno, sobre todo si es demócrata, invierte más en investigación científica que todos los del resto del mundo juntos».

También, desde ese Barça biotecnológico, sugiere no intentar hacer «comparaciones que no ayudan». Que cada uno juegue en su liga. Catalunya, por ejemplo, debería, en su opinión, medirse con o buscar inspiración en otros núcleos de innovación como Israel o California. Siempre hay cosas que aprender. Pero también hace falta algo más: «Tiempo y paciencia».