Un barco petrolífero a la deriva amenaza la costa de Alaska

El 'Kulluk', que contiene más de 520.000 litros de combustible, estaba siendo trasladado para tareas de mantenimiento

La plataforma petrolíffera Kulluk, ante las costas de Alaska.

La plataforma petrolíffera Kulluk, ante las costas de Alaska. / cb

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Un buque de sondeo petrolífero está embarrancado cerca de la isla Sitkalidak en Alaska (Estados Unidos) desde el pasado lunes aunque por el momento no amenaza con provocar un vertido.

El barco 'Kulluk' embarrancó al soltarse una de sus líneas de remolque cuando estaba siendo trasladada a Seatlle para realizar trabajos de mantenimiento.

La nave, propiedad de la multinacional Shell y que actúa como plataforma de prospección, contiene más de 520.000 litros de combustible en sus tanques.

Con vientos de hasta cien kilómetros por hora y olas en el Golfo de Alaska de hasta 11 metros, los equipos de emergencias han sido incapaces de asegurar la embarcación, según informó el comandante de la guardia costera y jefe del equipo encargado de controlar el incidente, Shane Montoya.

"Estamos entrando ahora en la fase de salvamento y de posible respuesta a derrames", declaró Montoya durante una rueda de prensa en Anchorage. El accidente ha causado tres heridos leves y no se ha informado de daños ni de derrames. Un helicóptero de la guardia costera no ha detectado brillos en el mar asociados a manchas de petróleo.

Listo para el desguace

El 'Kulluk', una embarcación de perforación que pesa cerca de 28.000 toneladas brutas, tiene en su interior más de 526.000 litros de combustible y más de 45.000 litros de fluidos hidráulicos y de engrase. El 'Kulluk' fue construido en 1983 y estaba en la lista para el desguace antes de que Shell lo comprara en 2005. La compañía gastó 292 millones de dólares desde entonces en mejorar la embarcación.

El incidente del 'Kulluk' supone un contratiempo para el programa de perforaciones marítimas de Shell en Alaska, presupuestado en 4.500 millones de dólares. El plan de Shell de convertir la zona en una nueva área petrolera ha alarmando a los ecologistas y muchos nativos de Alaska, que han advertido de que el programa de perforaciones amenaza a una región muy frágil que ya está siendo afectada por el cambio climático. No obstante, cuenta con fuertes apoyos en la industria.