Bachillerato «reversible»

Las orientaciones de Ensenyament para este año prevén cambios «mínimos»

M. J. I. / BARCELONA

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Ni está ni se le espera. El decreto que, en principio, debería regular en Catalunya el currículo de bachillerato según la doctrina prevista por la LOMCE no es, ahora mismo, una prioridad para la Generalitat. Esto significa que el próximo curso, los estudiantes de esta etapa (clave para poder ir a la universidad) seguirán, en líneas generales, con los mismos temarios que en cursos anteriores. «Vamos a ser prudentes, porque cualquier cambio en el bachillerato puede afectar al futuro de los alumnos», dijo ayer la 'consellera' de Ensenyament, Irene Rigau.

Por eso, prosiguió, «las orientaciones que se han enviado este año a los centros son unas orientaciones de mínimos, con carácter reversible» en caso de que finalmente la LOMCE no acabe desplegándose por completo, señaló la titular de Ensenyament, que recordó que «al final del camino estos estudiantes van a encontrarse con las pruebas de acceso a la universidad, la selectividad, donde una décima puede ser determinante para la nota final».

Las instrucciones de Ensenyament para el primer curso de bachillerato (afectado por la implantación de la ley Wert, junto con el primero y el tercer curso de la ESO) prevén más clases de filosofía, menos cultura científica, más asignaturas a distancia -que se impartirán a través del Institut Obert de Catalunya (IOC)- y una hora extra de lenguas a la semana. El objetivo es que, en este tiempo, que se distribuirá de forma equitativa entre castellano y catalán, «se refuercen aspectos prácticos en torno a la expresión escrita y la literatura», según recoge el documento enviado a los directores el pasado 23 de julio. Cada instituto decidirá cómo y quién imparte el refuerzo en redacción, una habilidad en la que los estudiantes catalanes presentan serias lagunas, según las pruebas de competencias básicas de los últimos años.

«Nosotros entendemos que el decreto de currículo de bachillerato del ministerio tiene serias dudas técnicas, porque habla de competencias básicas, cuando en esta etapa posobligatoria este no tendría que ser el criterio», manifestó. Así las cosas, agregó, el decreto autonómico será fruto de un trabajo conjunto entre Ensenyament y las universidades, que son las que coorganizan la selectividad, junto con la Generalitat.

Especialmente preocupada se mostró Rigau por el futuro del bachillerato artístico, que en Catalunya imparten 43 institutos públicos.