Barcelona mantiene a los empleados de las guarderías que vuelven a la red pública

Las maestras de Caspolino, Enxaneta y Els Patufets de Navas seguirán en sus plazas mientras se convoca un concurso público

Escola Bressol Els Patufets de Navas, en la calle de las Navas de Tolosa de Barcelona.

Escola Bressol Els Patufets de Navas, en la calle de las Navas de Tolosa de Barcelona.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Las actuales 31 trabajadoras de los parvularios CaspolinoEnxaneta Els Patufets de Navas mantendrán sus puestos de trabajo el próximo curso escolar, según el compromiso de subrogación de la plantilla que han alcanzado el Ayuntamiento de Barcelona y los sindicatos CCOO y UGT, después de meses de negociación para devolver a la red pública estas tres escuelas de educación infantil. El proceso no ha sido sencillo, ya que las plazas que ahora ocupan estas educadoras, que fueron contratadas por las empresas privadas que hasta este julio están encargadas de gestionar estos centros, tendrán que ser ocupadas, al pasar a la gestión pública, por personas que hayan ganado un concurso público de méritos, ha explicado el comisionado de Educación del consistorio, Miquel Àngel Essomba.

Para poder convocar esos concursos, el Ayuntamiento de Barcelona tuvo que declarar la educación infantil de cero a tres años como un servicio esencial para la ciudad y poder así ampliar la plantilla de trabajadores municipales desafiando, en palabras de la alcaldesa Ada Colau, la 'ley Montoro', que limita la contratación de funcionarios públicos.

Essomba ha precisado que la medida afecta en principio a los 31 trabajadores fijos (equipos de dirección, tutores y educadores complementarios), que seguirán trabajando hasta que las plazas que ahora ocupan salgan a concurso. A las 15 trabajadoras contratadas eventualmente para prestar tareas de apoyo educativo (monitoras de comedor o cuidadoras de alumnos con necesidades educativas especiales, por ejemplo), las tendrán que asumir las empresas concesionarias a las que el ayuntamiento adjudique el servicio, "que continuará siendo externalizado, como en el resto de guarderías municipales", ha dicho el comisionado.

Más difícil de atender será la petición de algunas familias de que los tres parvularios que pasarán a ser gestionados internamente por el ayuntamiento mantegan el horario lectivo actual, desde las ocho de la mañana y hasta las siete de la tarde. Como el resto de centros educativos municipales, todo apunta a que la escuela cerrará a las cinco de la tarde. Tampoco es de prever que las instalaciones abran durante el mes de julio, como sí hacen ahora. Además de esta reducción de servicios, se suma, según un documento interno al que ha tenido acceso este diario un sobrecoste de unos 600.000 euros.

MODELO A SEGUIR

Con todo, para los sindicatos, la vía que se ha abierto con la remunicipalización de estas tres guarderías, las únicas de titularidad pública que seguían siendo gestionadas por empresas privadas, supone un primer paso para que otros servicios privatizados en los últimos años regresen a la gestión pública, "garantizando los derechos laborales", ha subrayado José Cachinero, secretario de Acción Sindical y Política Sectorial de CCOO en Catalunya. También José Antonio Pasadas, secretario de Políticas Sectoriales de UGT ha apostado por la creación de una mesa "que identifique los servicios que deberían internalizarse y se valore la necesidad de reconvertirlas para que pasen a ser de gestión pública directa".