PERE CROSAS / CATARATA

«Aún puedo leer, pero no dejo de perder visión»

ÀNGELS GALLARDO / ALBA CASANOVAS

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Es la operación más frecuente y requiere un posoperatorio mínimo, pero a Pere Crosas, de 87 años, hace nueve meses que se le nubla la visión del

ojo derecho por culpa de una catarata. El pasado 25 de enero acudió al Hospital General de Vic para realizar una visita rutinaria. Pero le confirmaron la dolencia y, como ya había sucedido con el ojo izquierdo, los médicos le dijeron que se había de operar. El día 30 del mismo mes entró en la lista de espera, en la que aún está. Harto de la demora, el 19 de agosto envió una carta de queja al Servei Català de la Salut (CatSalut). El 13 de septiembre recibió una respuesta clara: le informaban de que, según el director asistencial del servicio de oftalmología del Hospital de Vic, entraría en el quirófano en el próximo trimestre. Es decir, 11 meses después de que los médicos le diagnosticaran la catarata.

«Aún puedo leer, pero pierdo visión paulatinamente»,dice. Para mayor enfado, unos días después leyó unas declaraciones del presidente del Consorci Hospitalari de Vic que decía que«la disminución de la compra de actividad por parte de CatSalut está provocando un retraso de 30 días en la lista de espera».Pero el hombre ya espera desde hace nueve meses. En diciembre del 2010, en cambio, la web del sistema de prestaciones sanitarias públicas fijaba el tiempo de espera para la intervención quirúrgica de cataratas en el hospital de Vic en 5,69 meses. Crosas esperará 11 meses si todo sigue su cauce. «Es excesivo», cree.