REGRESO A LAS AULAS

Aumentan el 43% los niños con beca de comedor por pobreza extrema

Menú escolar en un 'casal' social organizado en el colegio Roc Alabern de Terrassa, el verano pasado.

Menú escolar en un 'casal' social organizado en el colegio Roc Alabern de Terrassa, el verano pasado.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Que el sistema de becas de comedor era mejorable es algo que caía por su propio peso desde hace años. Por eso, usuarios, servicios sociales, directores de colegio, oenegés, asociaciones de padres y maestros recibieron casi con alborozo el compromiso de la Conselleria d'Ensenyament de revisar un modelo de concesión de las ayudas que, en manos de los consejos comarcales, estaba dando lugar a situaciones anómalas e injustas y a retrasos inexplicables en los pagos, especialmente graves desde que la crisis se instaló en Catalunya.

La primera revelación de esta reforma, conocida ayer en la presentación del curso escolar 2014-2015, es que las escuelas catalanas tienen unos 9.500 alumnos en situación de extrema pobreza, menores muy vulnerables que necesitan de estas becas para asegurarse una correcta alimentación. Son el 43% más que los 6.648 detectados el año pasado. La constatación cayó como una auténtica bofetada para algunas (adormecidas) conciencias, empezando por la Generalitat, que durante meses negó la mayor y esperó a que la situación de algunas familias fuera desesperada para revisar el sistema.

Ensenyament asegura que estos 9.500 estudiantes que se beneficiarán este año de una ayuda de comedor completa no suponen nuevos casos de pobreza, afirma que estos chicos (a los que ahora se les cubrirá el total del importe del menú escolar) ya existían antes, cuando las becas solo cubrían el 50% del precio del comedor. La cobertura del 100% se empezó a aplicar en el 2013, como medida extraordinaria y para alumnos que sufrieran «privaciones alimentarias», como dijo entonces la consellera Irene Rigau.

«Es una cifra que ha aflorado gracias a la homogeneización de los criterios que se ha puesto en práctica este año», aseguró Maria Jesús Mier, secretaria general de Ensenyament. Las entidades que trabajan en el sector de la infancia se preguntaban ayer si eso es un consuelo. «Es un dato que revela lo mal que lo han estado haciendo las administraciones estos últimos años», indicó una asistenta social consultada por este diario y que conoce de primera mano la situación.

MISMO CRITERIO PARA TODOS

Este año, por primera vez, todos los consejos comarcales de Catalunya y el Consorci d'Educació en la ciudad de Barcelona han utilizado los mismos parámetros de adjudicación. «Se han tomado en consideración criterios sociales, como el hecho de ser familia numerosa o monoparental o el tener en casa a un menor discapacitado o en acogida, pero también se ha aplicado un mismo criterio de ingresos para todo el mundo», indicó Rigau. Así, concretó Mier, «una familia con unos ingresos anuales de 16.000 euros, o lo que es lo mismo, una familia mileurista, ya puede ser una firme candidata a recibir la beca».

La partida destinada por Ensenyament a becas de comedor ha pasado de los 40,2 millones del curso pasado a 42,8 millones. El 90% de los beneficiarios sabrán ya el próximo 15 de septiembre si cuentan con la ayuda.