PROCESO JUDICIAL CONTRA AGENTES DE LA POLICÍA CATALANA

La Audiencia de BCN mantiene imputados a cinco mandos de los Mossos

Un juez les acusa de haberle ocultado conversaciones en una investigación contra unos narcos

J. G. ALBALAT / Barcelona

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La Audiencia de Barcelona ha confirmado la imputación de cinco mandos de Mossos d¿Esquadra (dos cabos, dos sargentos y un subinspector) y de un agente por, presuntamente, haber ocultado información a un juez en una investigación contra una banda de narcos y de haber avisado a sospechosos de que se les estaba siguiendo la pista. El tribunal de la Sección 21 ha rechazado los recursos de la fiscalía, la Generalitat y algunos abogados. La Consellería de Interior se reafirmó ayer en su "total confianza en los agentes" y espera que «este caso se acabe lo antes posible».

En un auto meramente técnico, los magistrados precisan que la citación como imputado de una persona debe enmarcarse en el ejercicio del derecho de defensa (el interrogatorio es con abogado) y en el ofrecimiento de información sobre los hechos de los que supuestamente podría derivar su responsabilidiad. Esto no supone, agrega, adelantar juicio alguno ("no prejuzga") sobre el resultado de la investigación.  El titular del Juzgado de Instruccíon número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, dictó en mayo la resolución contra los seis mossos, entre ellos el subinspector Antoni Salleras.

Cocaína y azucar

El proceso judicial se inició a raíz de una incautación de lo que se suponía que eran 50 kilos de droga realizada el 28 de mayo del 2009 por la Guardia Civil. Los guardias localizaron el alijo en un coche y detuvieron a Juan Miguel B., que supuestamente iba a recogerla. Más tarde, se constató que de los 50 kilos, solo uno era cocaína y el resto eran yeso y azúcar. El juez ordenó a la unidad del subinspector de los mossos imputado que investigara el caso. Los agentes pincharon los teléfonos de B. y de otros dos individuos.

Según el auto del juez Aguirre, en esas escuchas se detectaron conversaciones "de inferior a superior" entre B. y Manuel G. C., el confidente clave de la investigación que permitió desarticular las redes de corrupción policial y prostitución del Saratoga y del Riviera. El masgistrado tildó de «ineficaz» la averiguaciones y encomendó las pesquisas a las divisiones de asuntos internos de Guardia Civil y Mossos.

Según el juez, los mossos interceptaron "al menos tres conversaciones en que se desprende con cierta claridad que B. y G. C. [que está bajo fianza por tenencia de armas] se dedicaban al tráfico de drogas, las cuales no fueron transcritas ni indicada expresamente su existencia a este magistrado". El juez acusa a los agentes de intentar ocultarle que estas personas estaban vinculadas con el tráfico de drogas, y de revelación de secretos.

La semana pasada, este mismo juez se personó en la sede de los Mossos en Sabadell en busca del original de las conversaciones intervenidas a la trama.