CRISIS SANITARIA MUNDIAL

Asesinados en Guinea 8 informadores del ébola

Ciudadanos de Freetown, en Sierra Leona, antes del toque de queda.

Ciudadanos de Freetown, en Sierra Leona, antes del toque de queda.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vecinos de la localidad de Wome, en la región forestal de Guinea Conakry donde el pasado diciembre se inició la epidemia de ébola que afecta al África Occidental, mataron el pasado miércoles con machetes y otras armas blancas a ocho miembros de una delegación oficial que trataba de informar a la población de las peculiaridades del virus y las formas de evitar la infección. El portavoz del Gobierno de Guinea, Damantang Albert Camara, acusó a «manipuladores malintencionados» de fomentar el ataque a la misión informativa. Los cuerpos fueron encontrados en una fosa séptica pocas horas después de la matanza. Los fallecidos eran sanitarios, periodistas, un técnico de radio y un pastor. Ante la gravedad de los hechos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que «nadie desmaye» en los esfuerzos por contener la epidemia de ébola, en especial, indicaron, aquellos que llegan a las zonas de la infección para educar a la población sobre cómo prevenirla. «Estas muertes deben ser investigadas, pero no han de detener nuestro diálogo con las comunidades -afirmó Pierre Formenty, epidemiólogo de la OMS-. Sin eso, no nos escucharán y no podremos controlar el brote».

«Las poblaciones de las zonas rurales sufren mucho y no confían en los gobiernos», añadió Formenty, que aseguró que el malestar popular de Guinea es similar en Sierra Leona y Liberia, los otros países afectados por la epidemia. El actual brote ya ha causado 2.622 muertes y ha infectado a 5.335 personas. «No quiero juzgar a nadie -dijo el representante de la OMS-, pero estos hechos muestran la complejidad de la epidemia a la que nos enfrentamos. El ébola pone al desnudo todas las debilidades del sistema, la política y las  sociedades, que son las que están permitiendo que el virus se extienda».

SIN SALIR DE CASA / El Gobierno de Sierra Leona, país en el que ya han muerto por el ébola 562 personas,  optó ayer por una medida radical en su esfuerzo por detener la epidemia. Ordenó que los seis millones de habitantes del país permanezcan en sus domicilios hasta el próximo domingo. Durante el encierro, que se inició ayer, cerca de 30.000 voluntarios acudirán casa por casa para identificar a las personas enfermas , repartir 1,5 millones de pastillas de  jabón e informar a los ciudadanos sobre las medidas de prevención del ébola, informó el Gobierno.

Con este toque de queda sanitarios, las autoridades de Sierra Leona esperan detectar a «cientos» de enfermos que no han acudido a los hospitales por temor al escarnio público, una actitud generalizada que está impidiendo de forma grave la contención del virus. El Gobierno ha preparado nuevos centros de tratamiento a los que derivará a los nuevos pacientes identificados.

La medida ha sido criticada por algunas organizaciones internacionales y por numerosos ciudadanos,  pero, hasta ayer, no se habían registrado incidentes por esta causa. «Nos quedaremos en casa los próximos tres días para que los trabajadores de atención de la salud intenten controlar el virus, que sigue matando a personas», afirmó Tony Mensah, un ciudadanos ghanés que vive desde hace 30 años en Freetown, la capital de Sierra Leona. Los vecinos críticos se preguntaban cómo iban a llevar comida a sus casas para que sus familias se alimenten estos tres días.

Médicos sin Fronteras (MSF) también cuestionó la orden del Gobierno. «Los encierros y cuarentenas no ayudan a controlar el ébola -indicó un portavoz de MSF-. Lo único que hacen es minar la confianza entre ciudadanos y sanitarios». Para garantizar el cumplimiento de este «cierre» del país, un amplio dispositivo policial patrullará este fin de semana por los lugares estratégicos de las ciudades de Sierra Leona.