RESERVA NATURAL

Apocalipsis flamenco

Las 250 aves muertas por efecto del granizo en la laguna de Pétrola, en Albacete, sufrieron un efecto similar al de una «lapidación»

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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«Llegué a la laguna a las siete de la mañana y me quedé horrorizado. Los cadáveres de los flamencos estaban en el agua con traumatismos y machacados. Fue una auténtica lapidación -relata el biólogo Juan Antonio Picazo-. La mayoría eran crías o ejemplares juveniles que o bien aún no sabían volar o lo hacían con dificultades». No pudieron huir.

Picazo fue la primera persona en visitar la laguna salina de Pétrola, en Albacete, tras la aterradora tormenta de granizo que el día anterior, el lunes por la tarde, había asolado la comarca. El biólogo, miembro de la Sociedad Albacetense de Ornitología, realiza un seguimiento de la colonia de flamenco común, una de las más nutridas del interior de la Península. En total, han muerto unos 250 animales, calcula, que están siendo retirados con rapidez y llevados a una incineradora para evitar la declaración de enfermedades. Otros 50 han sido recogidos con vida pero con heridas tan importantes que será difícil que puedan prosperar.

«Menos mal que no había nadie visitando la laguna porque debió de ser brutal», prosigue Picazo. En el pueblo, situado a 500 metros, cayeron «granizos del tamaño de pelotas de golf», según el testimonio del alcalde, Juan Gómez. «El secano ya está recogido, pero ha habido graves daños en los almendros, frutales y vid, además de en algunas casas», añade. También se rompieron las lunas de varios coches.

El granizo es un fenómeno típico del verano de carácter breve. «La tormenta llegó de repente -prosigue el alcalde-. A los pobres flamencos los pilló despistados y no tuvieron tiempo de refugiarse». De hecho, como explica Gómez, a diferencia de otras aves de menor tamaño, «ni saben hacerlo». «Fue un desastre natural incontrolable», en palabras de José Antonio López, director conservador de la reserva. En el 2010, un suceso similar pero menos intenso causó la muerte de otras 80 aves.

La presencia de flamencos en Pétrola está documentada desde tiempos de los romanos e «incluso había recetas de comida basadas en ellos», como comenta el alcalde, pero el 'boom' de la zona como área de cría es relativamente reciente. «Ahora se pueden ver ejemplares todo el año, salvo cuando hace mucho frío», dice Gómez. En el año 2005 se creó la actual reserva.

Crecimiento de la colonia

«Pétrola es una colonia bastante reciente de flamenco con una primera cría documentada en el año 1999», precisa Picazo, quien recuerda el valor de la zona como transición entre las escasas colonias costeras del Mediterráneo y las lagunas de la Mancha húmeda. Este año se habían asentado 2.100 parejas, aunque solo nacieron 530 pollos.

Aunque algunos ya habían emprendido el vuelo, el biólogo había contado antes de la tormenta un total de 330 crías y juveniles, por lo que es posible que hayan muerto el 80%. Entre los cadáveres hay un mínimo de 36 adultos, «y se siguen recogiendo cadáveres», avisa Picazo. En mucha menor medida, también se vieron afectadas otras especies, como ánade azulón, avefría y cigüeñuela, cita Picazo.

Sobre las afectaciones futuras, el biólogo confía en que los daños sean pasajeros y que la colonia se recupere pronto. «Los flamencos no son solo de Pétrola, sino que constituyen una metapoblación mediterránea que se mueve por diversos emplazamientos, desde el delta del Ebro hasta Fuente de Piedra o las marismas del Odiel».