SENTENCIA DE LA AUDIENCIA DE BARCELONA

12 años por violar a dos turistas que alojaba en su piso

El condenado había alquilado a las jóvenes, de EEUU, un cuarto a través de una web

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Pablo César Córdoba alquilo en octubre del 2011 una habitación de su piso de Barcelona a dos turistas estadounidenses a través de una web de alojamientos. La noche del 21 de ese mes, aprovechando que las jóvenes estaban dormidas por los efectos del alcohol, el acusado las violó. La Audiencia de Barcelona le ha condenado a  11 años y nueve meses de prisión por dos delitos sexuales con penetración, descubrimiento de secretos y amenazas. Y es que, además, el imputado fotografió y grabó en vídeo a las víctimas semidesnudas o tomando directamente retratos de sus partes más íntimas y las amenazó con difundir las imágenes si no retiraban la denuncia que habían colgado en la web de la empresa que había gestionado el alquiler.

El tribunal, que acordó en su día celebrar el juicio a puerta cerrada, impone al procesado las penas mínimas por los delitos que se le imputan, teniendo en cuenta que estos ya le suponen una condena elevada y también porque había consumido alcohol, lo que, según los magistrados de la Sección Séptima, «debió de limitar sus facultades volutivas, reduciendo su capacidad de controlar sus impulsos, aunque en grado muy leve». Los jueces le absuelven por falta de pruebas de la presunta violación de otra mujer, una turista rusa, que no compareció en el juicio.

EXCESO DE ALCOHOL

Según la sentencia, el acusado, de nacionalidad colombiana, cenó en su vivienda con las dos turistas y después los tres salieron a tomar copas. Las dos mujeres consumieron una «importante cantidad de alcohol». Cuando volvieron al piso, una de ellas se tumbó en el sofá de la sala de estar y la otra se dirigió a su habitación. Pablo César Córdoba se quitó los pantalones y los calzoncillos. Primero violó a una y después a la otra, pese a la negativa de ambas a mantener relaciones sexuales. El abatimiento y la somnolencia por el consumo de alcohol y otras sustancias, detalla el fallo, les impidió defenderse o pedir ayuda.