PECULIARIDADES DE UN FENÓMENO PROPIO DEL VERANO

Anatomía de la ola de calor

El umbral se establece según la temperatura de cada región La más larga, en el 2003, duró 16 días

Al fresco 8 Un niño juega con el agua, ayer en una plaza de Barcelona.

Al fresco 8 Un niño juega con el agua, ayer en una plaza de Barcelona.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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Sucede cuando las temperaturas se disparan; bien. Tiene que alargarse durante unos días; correcto. Cuando refresca un poco, se da por terminada; cierto. Pero, ¿cuándo, por qué y en función de qué elementos se puede hablar de ola de calor? ¿Hay una única vara de medir? ¿Es ahora cuando más fenómenos de este tipo sufrimos? ¿Es normal un inicio de verano tan infernal? La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), a través de un documento que incluso alguien de letras puede entender, saca al neófito de dudas. Para empezar, cada provincia tiene su límite de mercurio a partir del cual acuñar el concepto. Y sí, el presente estío es el más sudoroso, como mínimo, de los últimos 40 años.

Los datos se recogen en 137 estaciones meteorológicas repartidas por todo el territorio, seis de ellas, en Canarias. Las cifras sirven para establecer lo que se conoce como temperatura umbral, que resulta de calcular el percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000. Se localiza el 5% de días más cálidos (93) y una vez segregados, el menor de los registros será la temperatura umbral a partir de la cual se puede hablar de ola de calor. De este modo, el fenómeno puede darse en unas provincias, mientras que en otras no se ha alcanzado el límite. Por citar algunos ejemplos, las garitas meteorológicas de Sevilla tienen la temperatura umbral sobre los 40,5 grados, mientras que en Asturias se sitúa alrededor de los 27.

Al margen de superar cierta frontera en el mercurio, hay otros valores que caracterizan una ola de calor: su duración, un mínimo de tres días; el número de provincias afectadas; la temperatura máxima de la ola, y su anomalía, es decir, la diferencia entre la máxima y el umbral. Toda esta información es la que permite llegar a la conclusión de que el comienzo del presente verano ha sido el más caluroso de las últimas cuatro décadas, siempre según los datos de la Aemet. España vive estos días su segunda ola de calor -está previsto que empiece a amainar el día 12- tras la registrada a finales de junio, y el número de provincias afectadas asciende a 32. En Catalunya son 35 las comarcas apercibidas por el calor sofocante.

1975, el más caluroso

La estadística permite saber que la ola de calor más larga en estos últimos 40 años se produjo en el 2003, entre el 30 de julio y el 14 de agosto. Fueron 16 días y 16 noches, 38 provincias afectadas y una temperatura máxima media de 37,2 grados. Aunque hasta el momento el año con más días por encima del umbral fue 1991, con 23 jornadas en cuatro olas. La más insoportable se registró en 1975, con el mercurio en los 40,4 grados, y la que afectó a más regiones sucedió en el 2012, con 40 provincias. Según la Aemet, el del 2003 es hasta la fecha el verano más cálido desde 1975. ¿Podrá superarlo el 2015? Por ahí va: ayer,  en Córdoba, 44,9 grados, máxima del año en España.

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