Amir Taaki, el okupa que fabrica dinero

Una de las principales estrellas de la programación del bitcoin es un británico que vivió en Barcelona

Amir Taaki.

Amir Taaki.

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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El banco central del bitcoin puede decirse que está en internet, pero su centro tecnológico es una casa okupada. De hecho, varias casas, distribuidas entre Londres, Milán y Catalunya. Es el rastro del programador Amir Taaki, que ahora mismo pasa por ser la estrella de la comunidad informática que sostiene el bitcoin y mejora su código para servir como base de una economía más participativa y sin instituciones.

Taaki, que este febrero cumplirá 27 años, es para la revista Forbes uno de los «30 emprendedores jóvenes del 2014» y para Wired«una de las personas más peligrosas de internet». Ambas menciones muestran la ambivalencia del personaje, que no duda en fotografiarse tanto con Cody Wilson, un anarquista estadounidense que fabrica armas con impresoras 3D, como con Julian Assange.

Taaki, que participa en numerosos eventos de promoción del bitcoin desde una perspectiva hackactivista y criptoanarquista («si el Gobierno te desenchufa de internet, desenchufa tu Gobierno», dicen), desarrolló parte del código en casas okupas, concretamente en Calafou, en Vallbona d'Anoia (Anoia), y en la Kasa de la Muntanya, en Gràcia, donde vivió varios meses durante el 2014.

Junto a él han participado y vivido otros programadores como el español Pablo Martín, que de hecho firma parte del código de Dark Wallet, considerado la próxima revolución del bitcoin y que es el número dos de la comunidad bitcoinera.

TRABAJO EN EQUIPO / Dark Wallet es un programa que se instala en el navegador y convierte en anónimas las transacciones. Con ellos trabajan, en persona o a distancia y según las reglas del software libre (el código es accesible para cualquiera y si se mejora, se revierte a la comunidad), otros programadores como el ruso Vitalik Buterin, que desarrolla otra criptomoneda, el etherum.

El grupo de Dark Wallet, que se financia por crowfunding a través de internet, también prepara otro proyecto polémico, el Open Bazaar, un supermercado virtual que permitirá transacciones anónimas y que algunos han querido ver como la nueva versión de Silk Road, el clausurado supermercado de la droga en la internet oculta.

Y es que los orígenes del bitcoin siempre han estado vinculados a movimientos libertarios. Su inventor, Satoshi Nakamoto, nunca ha dado la cara y hay quien mantiene que es el seudónimo de un grupo de programadores. Una periodista de Newsweek descubrió que existe, tiene 64 años y es un profesor universitario de origen japonés que vive cerca de Pasadena (California). Aunque no quiso ser entrevistado, la periodista logró testimonios de personas de su entorno que confirmaban su autoría y atribuían el anonimato a su carácter huraño. Cuando se publicó el reportaje, Nakamoto lo negó todo y exigió privacidad. Hoy está retirado de los foros de bitcoin.

La Bitcoin Foundation es quien asume el liderazgo, pero es cuestionada por el sector anarquista.