ESTUDIO DE LA FUNDACIÓN MAPFRE

Alerta con las furgonetas

Colisión mortal entre una furgoneta y un turismo, el lunes en Torredembarra.

Colisión mortal entre una furgoneta y un turismo, el lunes en Torredembarra.

MANUEL VILASERÓ /MADRID

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Las furgonetas se están convirtiendo en una de las asignaturas pendientes de la seguridad viaria. La primera advertencia la lanzó la Dirección General de Tráfico (DGT) a la vista del gran número de siniestros en los que se habían visto implicadas el pasado verano, y ayer la Fundación Mapfre puso guarismos exactos al fenómeno con un informe basado en los siniestros registrados por los clientes de la aseguradora en el 2013. Los conductores de esos vehículos tienen el 62% más de riesgo de sufrir un accidente que los de un turismo debido a un conjunto de factores, entre los que destacan la antigüedad de los vehículos, la falta de elementos de seguridad y el estrés al que se ven sometidos quienes los usan como instrumento de trabajo.

El informe revela el peligro que comporta la utilización del vehículo como una auténtica oficina móvil desde la que se cierran citas, se negocian contratos o se pactan entregas. «No pasaría nada si se hiciera con el vehículo parado, pero muy a menudo se hace mientras se circula», advierte el director del área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Jesús Monclús. Son sobre todo los conductores de furgonetas usadas para trabajos de fontanería o albañilería los que cometen este tipo de imprudencias y que, además, suelen usar el vehículo tras agotadoras jornadas de trabajo físico que incrementan aún más el riesgo de verse implicados en colisiones.

Otro colectivo de riesgo es el de las furgonetas de reparto que, además de recibir y cursar un gran de número de llamadas, sufre el estrés de los perentorios plazos de entrega que «las empresas responsables» deberían relajar, según Monclús.

ENVEJECIMIENTO SUPERIOR / Si el parque de vehículos ha envejecido en los últimos años debido a la crisis, el de las furgonetas mucho más. La edad media de estos vehículos es de 12 años y, más grave aún, el 26% de los mismos llevan más de 20 años de servicio a sus espaldas. Además de disponer de mecanismos de seguridad anticuados, son automóviles que pasan con menor frecuencia que el resto la ITV y muchas veces adolecen de un deficiente mantenimiento que hace mella, por ejemplo, en el estado de los neumáticos.

Otra cuestión sobre la que la Fundación Mapfre llama la atención es que equipamientos de seguridad de última generación como los airbags laterales, el aviso de cambio involuntario de carril, la detección de peatones, aviso recordatorio en los cinturones de seguridad de los acompañantes y el control de presión de los neumáticos que ya se implantan de serie en los turismos no se aplican en las furgonetas.

El informe recomienda que el plan PIVE de subvenciones a la compra de automóviles incluya los elementos de seguridad además de los de eficiencia. También que las empresas con flotas impartan cursos de conducción segura especialmente para los más jóvenes, cuyo riesgo se incrementa al 72%  cuando ellos están al volante.