Gente corriente

Albert Campabadal: «Trabajamos con 2.500 personas con discapacidad»

Hace 20 años que este empresario lucha para crear lugares de trabajo para personas con discapacidad.

«Trabajamos con 2.500 personas con discapacidad»_MEDIA_3

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Catalina Gayà

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-¿Cómo empezó?

-A los 20 años, empecé a trabajar en una gasolinera. Estudiaba ingeniería industrial, pero por la situación familiar tuve que dejar los estudios. En los 90, llegamos a tener 16 estaciones de servicio en la provincia de Barcelona.

-Tiene gasolineras, está en el sector de las fincas urbanas, crea trabajo para personas con discapacidad.

-Sí, estoy en varios sectores. Hace 20 años creé los Centros Especiales de Trabajo y, al mismo tiempo, Servei Integral de Finques Urbanes (SIFU).

-Sé que tiene un hermano con discapacidad.

-En España, una de cada tres familias tiene una persona con discapacidad en su seno, lo que significa que el 9% o el 10% de la población tiene una discapacidad. Cuando a una persona con discapacidad le das un trabajo, le estás dando lo medios para normalizar su vida.

-¿Cómo fue el proceso?

-Empecé a contratar a personas con discapacidad en las gasolineras y vi que las estaciones funcionaban igual con personas con o sin discapacidad. En algunas de las estaciones de mi grupo solo trabajaban personas con discapacidad, y no había diferencias.

-Y las fincas urbanas.

-La posibilidad de insertar personas con discapacidad en el mundo laboral se agotó cuando tuve saturadas las gasolineras. Pensé qué podía hacer para seguir creando lugares de trabajo. No era un problema del colectivo, el problema era mío.

-¿En qué sentido?

-¿Qué era yo capaz de gestionar que tirase adelante?

-¿Qué hizo?

-Me pareció que había un sector, el de las fincas urbanas, de las comunidades de propietarios, que no tenía servicios externos para atender las necesidades de las fincas. Y ese era un nicho de mercado para personas con discapacidad. Actualmente, trabajamos con 2.500 personas con discapacidad. En Catalunya, con unas 1.000, pero nos hemos expandido a Andalucía, Baleares, Aragón, y ahora ya tenemos presencia en toda España, y 33 oficinas. En todos los proyectos empresariales que hago, si tengo posibilidades, siempre contrato a personas con discapacidad.

-¿Hay movilidad laboral?

-Nosotros tenemos un porcentaje, que no llega al 10%, que hace el traspaso a la empresa ordinaria. Le doy más datos: los índices de paro entre las personas con discapacidad doblan los de las personas sin discapacidad. Y en España, ni el 10% de las personas con grandes discapacidades tiene trabajo.

-Pensaba que las cosas habían mejorado.

-La sociedad aún no es sensible hacia los colectivos que están sufriendo. Hay pocas sociedades en el mundo que tengan un grado de cultura, de autoexigencia, de honestidad... quizá acercándonos al norte de Europa. No hay que hacer las cosas por obligación, hay que hacerlas por convencimiento. Cuando piensas que el trabajo es un obligación, hay algo que no funciona bien.

-Siga.

-Las personas con discapacidad envejecen antes. Este es uno de los temas que el Estado español aún no tiene contemplado en la legislación.

-¿Usted no para nunca?

-Me considero un emprendedor. Creo que cada día hay que repensar el proyecto empresarial. Ahora hemos empezado un tema de digitalización de documentos.

-Como empresario: ¿cómo salimos de esta crisis?

-¡Reformando las mil cosas que hemos hecho mal! Vea el polígono industrial donde estamos, hay muchas naves cerradas.

-Dígame tres.

-¿Cómo lo digo? Primero, afinar y perfeccionar la reforma laboral; también tener una cultura del trabajo es fundamental, y creo que España tiene que repensarse. La estructura administrativa es insostenible. Tenemos que ser productivos, la economía es global y ahora todo el mundo es nuestra competencia.