Albert Batlle, nuevo director de los Mossos

Fue concejal socialista durante 20 años en el Ayuntamiento de Barcelona

ANTONIO BAQUERO / Barcelona

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El que fuera secretario general de prisiones en el gobierno del triparitto Albert Batlle ha sido nombrado jefe de los Mossos. Batlle, cuyo nombramiento se ha producido una semana después de que Interior no encontrara sustituto de Manel Prat (que dimitió el aspado 27 de mayo) al frente de la policía catalana, ha sido hasta ahora diector adjunto de la Oficina Antifrau de Catalunya.

Batlle, nacido en Barcelona en 1953 y licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona, también fue concejal socialista durante 20 años en el Ayuntamiento de Barcelona.

El portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, ha destacado que Batlle es independiente y ha subrayado la voluntat de la Generalitat de contar con cargos no solo de CiU. Homs ha evitado entrar en el debate sobre los problemas de gestión del antecesor en el cargo, Manel Prat, en relación a actuaciones policiales polémicas.

"No negaré que ha habido problemas", se ha liimitado a comentar Homs respecto a la gestión al frente de los Mossos por parte de Prat, si bien ha restado trascendencia a las polémicas anteriores.

La trayectoria de Batlle, abogado de profesión, ha estado ligada al PSC desde que en 1983 inició su trayectoria política como concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde se dio a conocer especialmente como concejal de deportes, aunque también ejerció labores de urbanismo, turismo, servicios funerarios, educación y servicios sociales.

Con la llegada en 2003 del tripartito a la Generalitat, tras 23 años de gobierno de Jordi Pujol (CiU), Batlle saltó al otro lado de la plaza de Sant Jaume, donde fue nombrado secretario de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia juvenil, órgano adscrito al departamento de Justícia.

Batlle se mantuvo en este cargo, primero con el 'conseller' Josep Maria Vallès -de Ciutadans pel Canvi- y luego con la consellera socialista Montserrat Tura, hasta enero del 2011, después de que CiU recuperara la Generalitat.

Uno de los momentos más complejos que Batlle tuvo que lidiar como responsable de prisiones de la Generalitat fue el motín del 30 de abril del 2004 en la cárcel de Quatre Camins, una revuelta protagonizada por unos 80 presos del módulo de reclusos peligrosos, después de que se impidiera la entrada a la lavandería a un interno.

El motín tuvo un oscuro epílogo al día siguiente, cuando el subdirector médico y cinco funcionarios maltrataron a once de los internos que participaron en la protesta durante su traslado a otros centros, una vez sofocada la revuelta.

El subdirector médico fue condenado a tres años y medio de cárcel mientras que a los otros cinco funcionarios la Audiencia de Barcelona les impuso una pena de entre 4 meses y un año de prisión.

En el departamento de Justicia, Batlle también se significó por su labor en favor de la rehabilitación y la reinserción social y laboral de los presos, en fomentar las medidas penales alternativas y en propugnar un modelo de atención a la víctima del delito integral.

Tras abandonar la Generalitat, Batlle hizo un pequeño escarceo en la política municipal y se posicionó a favor de Jordi Hereu en las primarias internas, frente a la otra aspirante a alcaldable socialista en Barcelona, Montserrat Tura, con quien había trabajado codo con codo en el departamento de Justicia.

Meses después, en septiembre de 2011, Batlle fue nombrado subdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), en la que se ha mantenido hasta su nombramiento como director de los Mossos d'Esquadra, donde ahora trabajará de la mano de un 'conseller' de Unió, Ramon Espadaler.