Ahogados cerca de Ceuta cuatro subsaharianos

Cuatro subsaharianos se ahogaron ayer cuando intentaban llegar a nado a la ciudad autónoma de Ceuta. Los fallecidos, cuya nacionalidad concreta no se conocía ayer, fueron encontrados por una patrulla de la marina marroquí en la zona de Belyunech, en la frontera norte de Ceuta, informa Efe. No nadaban solos. Iban con otros tres subsaharianos que fueron rescatados con vida por los miembros de la marina marroquí. Las autoridades norteafricanas desconocían si los siete inmigrantes viajaban en una patera que naufragó o habían salido nadando de un punto cercano a donde murieron. El Ministerio del Interior marroquí emitió un sucinto comunicado en el que informó del hallazgo de cuatro cadáveres y tres supervivientes.

Europa tiene varios focos de presión migratoria y aunque en las últimas semanas se ha hablado más de los casos del paso de África a Italia y de Francia a Inglaterra, el verano suele ser, lógicamente, un periodo de especial proliferación de tránsito de pateras que trasladan a inmigrantes irregulares.

LA GESTIÓN DE RABAT

En todos los casos en los que la frontera ofrece una opción, los intentos no se detienen, porque como relatan los inmigrantes que intentan cruzar (de Francia a Inglaterra, de Marruecos a España, de Libia a Italia), por muy duras que sean las barreras que superar, peor es la situación económica que se vive al otro lado de esas barreras. Una muestras de ello es el proceso de regularización abierto por Marruecos en el 2014, que permitió ofrecer una situación legal a 30.000 personas. Entre los subsaharianos que esperan para cruzar hacia España, la oferta no fue la más codiciada, de manera que muchos prefirieron ignorarla y seguir escondidos en los bosques cercanos a Ceuta y Melilla hasta tener una oportunidad.

La policía marroquí suele hostigar periódicamente a los foráneos que se esconden con la intención de saltar la valla o llegar a nado a España. En los últimos tiempos, Rabat desalojó a los inmigrantes ilegales que a principio del 2015 esperaban para entrar en la Melilla. La operación debió de ser rotunda, porque en lo que va de año solo unos 50 hombres han saltado la valla, frente al medio millar del 2014 a esta altura. No sucedió lo mismo en el caso de Ceuta. Allí los inmigrantes resultan visibles en las carreteras.