La 'abuela de Fuerteventura' entra en la cárcel

Josefa Hernández afirma que lo único que le preocupa es que ha dejado "desamparados" a los tres nietos que cuidaba

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La vecina de Betancuria (Fuerteventura) Josefa Hernández, de 62 años, ha ingresado esta tarde en la prisión de Tahíche (Lanzarote) para cumplir una pena de seis meses por no derribar su casa, preocupada por la situación en la que quedan los tres nietos menores a los que cuidaba hasta ahora.

"Lo único que me preocupa es que dejo a tres niños un poco desamparados", ha manifestado Hernández a las puertas del penal, al que ha entrado pasadas las 16.35 horas en compañía del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales (CC), y del alcalde de su pueblo, Marcelino Cerdeña (independiente).

La ya conocida como 'abuela de Fuerteventura' ha defendido que su único pecado ha sido "dar un techo" a sus nietos. "Si este es el precio que tengo que pagar por ello, lo haré", ha añadido.

Delito contra el medio ambiente

Hernández fue declarada culpable de un delito contra el medio ambiente por haber rehabilitado su casa, que se halla en un paraje protegido, en el Parque Rural de Betancuria, y condenada a seis meses de cárcel, 700 euros de multa y el derribo de su vivienda, considerada ilegal.

Esta vecina pagó en su día la multa, pero no demolió la casa porque no tiene otro lugar al que irse a vivir con los cinco familiares que dependen de ella (un hijo parado, una hija discapacitada y tres nietos menores), lo que llevó a un Juzgado de Puerto del Rosario a exigirle que cumpliera la pena de prisión, que inicialmente había quedado en suspenso.

Su caso ha despertado una gran ola de solidaridad en Canarias, donde partidos políticos de todo signo le han expresado su apoyo (CC, PSOE, PP, Podemos, Nueva Canarias e IU, entre otros) y miles de personas han firmado en internet una petición de indulto.