EN NAVARRA

Absuelven a una acusada de intentar envenenar a su compañera de trabajo

La acusada introdujo una pastilla en el botellín de suero de una compañera, pero el comprimido resultó ser inocuo y carente de potencial lesivo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El titular del Juzgado de lo Penal 2 de Pamplona ha absuelto a una mujer acusada de intentar envenenar a una compañera de trabajo de la lavandería del Centro Hospitalario Padre Menni, de la localidad navarra de Elizondo.

En la sentencia el magistrado absuelve a la mujer, procesada por un delito de lesiones, al entender que no se puede calificar de intento de envenenamiento el que hubiera introducido una pastilla de una sustancia indeterminada en un botellín de agua con suero ya que la píldora era "inocua, carente de potencial lesivo".

El juez lamenta en el fallo, que puede ser recurrido, que por una negligencia policial en la custodia se destruyera la muestra y no pudiera analizarse el suero alterado por la pastilla, pese a lo cual subraya que existen datos suficientes para la absolución y el más importante es que la víctima no sufrió lesión alguna. Los hechos juzgados ocurrieron la mañana del 25 de febrero de 2012 cuando la víctima acudió a su trabajo con una botella con suero para paliar una gastroenteritis que padecía y al beber notó un "sabor amargo y escozor", por lo que se enjuagó la boca y continuó con su trabajo, que pudo terminar con normalidad.

A los tres días sin embargo llevó el botellín al Complejo Hospitalario de Navarra donde indicó que creía que alguien había modificado el contenido, momento en el que un médico lo probó advirtiendo "un intenso sabor amargo, no quemante". El 1 de marzo, la procesada telefoneó "compungida" a su compañera y le reconoció haber introducido una pastilla en su bebida, por lo que la empresa le abrió un expediente sancionador que concluyó con una sanción de tres meses de suspensión de empleo y sueldo.

La víctima, por su parte, que pensaba que había querido envenenarle, comenzó a experimentar "ansiedadtristezainsomniodificultad para concentrarse, sensación de amenaza, inquietud constante, sobresaltos, reviviscencias del hecho y conductas de huida y evitación" que ella asociaba al origen del suceso.

De estos síntomas tardó en curarse 353 días, durante los cuales permaneció incapacitada para su trabajo y requirió de tratamiento farmacológico y psicológico. Pese a ello, el juez considera que estos trastornos no pueden imputársele a la acusada ya que la pastilla era "inocua" y "mal puede pretenderse ocasionar a alguien una lesión, sea física psíquica, haciéndole ingerir una pastilla de menta o una dosis de un medicamento".