Los abogados sufren un alud de traumatismos en sus traslados

Los diarios desplazamientos de los abogados españoles, que ocupan un 30% de su jornada laboral, supone para esta profesión un evidente riesgo para su salud, según se desprende de un informe, pionero en su género, impulsado por la Fundación Instituto de Investigación Aplicada a la Abogacía, presentado ayer en el Col•legi d’Advocats de Barcelona. El estudio señala que el porcentaje de accidentes que padecen estos profesionales durante sus idas y venidas a los juzgados, comisarías y despachos es más elevado que en la población en general.

Las conclusiones de este estudio establece que las patologías y principales lesiones de la abogacía están relacionadas con la traumatología (un 20%), seguido del ámbito psicosocial, como estrés y ansiedad (un 3%) y las dolencias cadiovasculares (un 1,5%). Las lesiones óseas y musculares, especialmente fisuras y la colocación de prótesis, vienen derivadas de los desplazamientos que realizan los letrados en el ejercicio de su profesión. Este colectivo, compuesto en España por cerca de 150.000 personas, tiene una media de movilidad más alta que la población en general. Y muchos de estos profesionales viajan en moto.

El informe señala que dentro de las traumatologías cabe destacar en segundo lugar las patologías causadas como consecuencia del acoso de los clientes, sus adversarios o colegas, por encima de las agresiones físicas. En esta ocasión, la consultora Antares, que ha elaborado el estudio, no ha realizado un análisis concreto sobre este aspecto entre la profesión españoles y ha recogido como patrón un estudio realizado en Italia en el que el 37% de los abogados de este país declararon haber sido acosados. La caracterización del acoso fue en forma de amenaza en un 77% de los casos, en queja o pleito en el 58% y en agresión física en el 26%, según los datos recogidos en el país transalpino. Los expertos observaron que las mujeres tenían más riesgo que los hombres.

Larga duración

La segunda patología más frecuente está relacionada con el ámbito psicosocial (estrés o ansiedad) y el origen, según destaca el estudio, es la «sensibilidad y preocupación» que tienen los abogados hacia «los problemas de sus clientes». El estudio destaca que la duración de este tipo de dolencias es más larga que en la población general y crecen con la edad hasta los 45 años, cuando empieza a disminuir.

Los más jóvenes requieren ayuda psicológica, mientras que las personas de mayor edad necesitan atención psiquiátrica. Un aspecto a tener en cuenta es que el índice de este tipo de incidentes son inferiores a los que manifiesta la población en general, motivo por el que el estudio considera que los abogados, a pesar de sufrir estrés o ansiedad no siempre recurren a pedir ayuda médica. H

La maternidad

El estudio también trata sobre el impacto de la entrada de la mujer en el ejercicio de la abogacía y, en concreto, sobre la maternidad. En este sentido, destaca que la media de edad de la mujer gestante abogada es entre los 36 y los 40 años, cuatro años superior a la edad en que la población en general suele tener el primer hijo. También se han registrado que los abortos se producen en mujer con una media de edad superior.