40.000 catalanes ya apoyan la iniciativa por una renta mínima

Tenía que ser en laplaza de la Revolució. Entre calles engalanadas y terrazas a rebosar, las fiestas deGràciareservaban un pequeño espacio para agitar conciencias. Un liviano estand con una mesa, un taco de papeles y unos bolígrafos. Armas más que suficientes para impulsar unainsurrección cívicaen pro de los más desfavorecidos. Una nuevainiciativa legislativa popular(ILP) para reclamar una renta garantizada ciudadana que alivie la situación de los que carecen de recursos suficientes para unas condiciones de vida dignas.

Más de60 entidades,partidosysindicatoscolaboran en todaCatalunyaen la recogida de las 50.000 firmas necesarias para la llegada de la ILP alParlament. La comisión promotora calcula que cuenta con más de 40.000 rúbricas. Y tiene hasta el 25 de octubre para presentarlas.

Una tarea ambiciosa, especialmente al topar de bruces con la realidad, la de la retahíla de recortes sociales. Para los promotores, más que un hándicap es un estímulo. «Nuestra esperanza surge de la propia gravedad socioeconómica, pero también de la justicia incuestionable de la demanda y de que es un derecho reconocido por el propioEstatut, en su artículo 24.3», explicaDiosdado Toledano, portavoz de la iniciativa.

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