Alternativas a la pública

Aumenta la demanda en clínicas privadas que se nutren de mutuas

Aksel Morales y su madre, en el Hospital de Nens de Barcelona, ayer.

Aksel Morales y su madre, en el Hospital de Nens de Barcelona, ayer.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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A medida que mengua la demanda en los servicios de urgencia de los hospitales públicos catalanes, crece la demanda en algunos centros exclusivamente privados, los que no conciertan su asistencia con la Generalitat sino que se nutren de pacientes afiliados a mutuas y aseguradoras médicas.

Este es el caso del Hospital de Nens de Barcelona, una fundación de titularidad religiosa que en los últimos cuatro meses ha incrementado en un 12% su cartera de pacientes y ha visto crecer en un 16% la demanda en el servicio de urgencias. Su director general, el doctor Xavier Massaguer, atribuye la indudable época de bonanza que atraviesa este hospital a la situación de «deterioro y crisis» por la que, dice, se desliza la sanidad pública, una caída que aún no ha tocado fondo, pronostica. «Si los hospitales públicos siguen aplicando los recortes, y dejan de operar lo que no es urgente, aumentará el descontento y crecerán las listas de espera -afirma Massaguer-. Veremos la repercusión de todo eso».

Otros hospitales receptores de mutualistas sanitarios no están teniendo un incremento de demanda comparable al del Hospital de Nens, pero lo intentan. La crisis económica no favorece la adscripción a una sanidad privada que, si se pretende de calidad, resulta significativamente costosa. «Nosotros somos atípicos -asegura Massaguer-. Este hospital no es un negocio, sino una fundación que destina todos sus beneficios a obras de caridad, lo que no ha impedido que ofrezcamos una asistencia de calidad». El Hospital de Nens pertenece a la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y, según consta en sus estatutos, dedica sus beneficios a centros de salud en Guatemala y Honduras y a orfelinatos españoles. Sus pacientes barceloneses son exclusivamente niños y jóvenes de hasta 18 años (hasta 25 en odontología). En el 2010 asumió 102.000 visitas urgentes («más que el Hospital Maternoinfantil del Vall d'Hebron», dice Massaguer), una demanda que no deja de crecer.

NUEVAS PÓLIZAS / Parte de este éxito se debe a la ofensiva emprendida por el sector mutualista catalán, que intenta captar nuevos clientes facilitando tipos de contratación inexistentes hace un año. Las mutuas ya no exigen inscribir a toda la familia. Algunas facilitan la adscripción exclusiva de la madre y los niños, los miembros de la familia que más servicios médicos consumen, incluidos los partos.

El sector no duda de que elpresident,Artur Mas, acabará cumpliendo los «dos puntos» de su programa electoral en que anunció la desgravación fiscal del coste de las aseguradoras médicas privadas. «Estamos convencidos de que Mas cumplirá su promesa electoral», afirma Massaguer. Ese detalle, calcula, será el impulso definitivo para el sector sanitario privado de Catalunya, que ya afilia a un 25% de la población.