Análisis

¿Por qué la tierra ha temblado en Lorca?

Un miembro de los cuerpos de emergencia camina ante las ruinas.

Un miembro de los cuerpos de emergencia camina ante las ruinas.

María José Jurado

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El sudeste de la península Ibérica se ve afectado por el empuje y convergencia de las placas africana y euroasiática. El desplazamiento y empuje de la placa africana se dirige hacia el noroeste. Ese movimiento provoca deformación y da lugar a fracturas en el terreno, que denominamos fallas. En el sudeste peninsular se conocen un gran número de fallas activas (unas principales y otras secundarias) en las que se generan terremotos por el movimiento de bloques del terreno en el subsuelo, a profundidades que pueden variar habitualmente de varios kilómetros a decenas de kilómetros. El desplazamiento que se produce en esas fallas activas permite acomodar la deformación generada por la convergencia de las placas tectónicas de forma progresiva.

Influencia de dos factores

A diario se producen pequeños terremotos en esas fallas que, normalmente, son imperceptibles para la población si bien se registran con sismógrafos y sensores para monitorización y estudio de la actividad sísmica. De forma más esporádica se producen terremotos de mayor magnitud como los ocurridos el 11 de mayo en Lorca. Si bien espaciados en el tiempo, este tipo de terremotos han afectado a otras localidades de la zona en las últimas décadas.

Dos factores han condicionado que los efectos del terremoto hayan sido más importantes de lo que cabría esperar de su magnitud: la proximidad a una zona poblada y la proximidad del foco a la superficie. Estos factores han provocado una mayor repercusión y daños en las construcciones. Otros factores, como las características en las que se asienta la población de Lorca (tipo de suelo), pueden haber contribuido también de forma adversa.

Sismicidad notable

La zona donde se han dado los terremotos y réplicas es conocida por su intensa actividad, que da lugar a una sismicidad notable aunque moderada. Es de esperar que se den réplicas en las próximas horas, semanas o incluso meses, aunque lo previsible también es que estas sean de menor magnitud y se vaya atenuando tanto su frecuencia como su intensidad (el efecto). Las réplicas pueden entenderse como la gradual acomodación del terreno una vez se ha producido un movimiento brusco en el subsuelo.

El conocimiento actual permite conocer en qué zonas van a darse terremotos en el futuro. El sudeste peninsular es una de ellas. aunque el conocimiento actual no permite precisar o acotar con precisión el momento y lugar donde van a ocurrir los terremotos.

Las fallas activas y los terremotos del sudeste peninsular son objeto de estudio por parte de equipos de investigación en sismología, paleosismología, tectónica y geofísica, con el objeto de avanzar en el conocimiento de los terremotos y mejorar las expectativas de predicción en el futuro.

Los datos que se registran se elaboran en los centros de investigación de terremotos. También se estudian y se monitoriza su actividad mediante técnicas basadas en observación desde satélite y mediante sondeos en el propio subsuelo. Esta investigación entraña una gran dificultad, dadas las limitaciones que impone el hecho de que los procesos que dan lugar a la generación de terremotos ocurren a gran profundidad y lejos de nuestro alcance para la observación directa. Por ello, las técnicas que se aplican en su estudio son sofisticadas y complejas.

* GEÓLOGA. INSTITUt jAUME ALMERA (csi c)