La salida de 200.000 inmigrantes no alivia la sobrecarga sanitaria

Más de 200.000 ciudadanos extranjeros, de los 1.450.000 llegados a Catalunya desde el 2001, han devuelto en el último año la tarjeta sanitaria individual (TSI) que se les entregó en cuanto dispusieron de una dirección en la que empadronarse. Eso, no obstante, no se ha traducido en una menor afluencia de pacientes a los hospitales y centros de asistencia primaria (CAP), ya que el sistema sanitario público ha sumado recientemente a la población que aún permanecía sin esa protección (más de 100.000 profesionales liberales y religiosos), y al pequeño --y apreciado-- boomde natalidad propiciado también por las familias inmigrantes.

"Los médicos del Institut Català de la Salut (ICS) somos los que trabajamos más horas y los que cobramos menos de toda España", afirmó ayer Teresa Fuentelsaz, anestesióloga del Hospital de Bellvitge y firmante de un manifiesto suscrito por 2.100 médicos del ICS que la próxima semana se entregará a la presidenta del Parlament.

Así, el 1 de enero disponían de tarjeta sanitaria 7.612.890 ciudadanos, de los que 1.162.581 (un 15,2% del total) son extranjeros. La sobrecarga asistencial que aquel cambio demográfico supuso para el sistema sanitario apenas ha disminuido, aseguran médicos y enfermeras, muy inquietos desde que el conseller Boi Ruiz expusiera en el Parlament su percepción de que la productividad y el horario laboral de esos profesionales es insuficiente, y que convendría mejorarlos sin variar sus salarios.

>> Más información en e-PeriódicoMás información en e-Periódico