EN NOVIEMBRE DEL 2007

La fiscalía denuncia a la central nuclear de Ascó por las fugas radiactivas

Los responsables no comunicaron el incidente y continuaron recibiendo visitas de escolares durante varios meses

J. G. ALBALAT / Barcelona

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La Fiscalía Provincial de Tarragona ha interpuesto hoy una denuncia en el Juzgado de Gandesa por las fugas radiactivas de la central nuclear de Ascó 1 en noviembre del 2007.

La denuncia alerta de la presunta comisión de los delitos contra la seguridad colectiva por "exposición a radiaciones ionizantes a personas por imprudencia grave", delito contra los derechos de los trabajadores y falsedad documental. Y se dirige contra R.G.P, director de la Central Nuclear Asco 1 en el momento de los hechos; F.G.T, jefe del servicio de protección radiológica; J.S.R., jefe de explotación, y A.G.R., inspector residente.

La fiscalía describe el incidente, que se produjo durante la limpieza del edificio de combustible "a cargo de un trabajador novel", el 26 de noviembre del 2007. No obstante, no se notificó hasta el 4 de abril del 2008. Y todo el cúmulo de errores que se sucedieron, que incluyen el funcionamiento anómalo y antirreglamentario del sistema de ventilación, la contaminación del agua y varios conductos, e incluso de un trabajador, lo que hizo que "más de un año después todavía seguían siendo halladas partículas del incidente".

Un millar de visitantes  

En ese periodo, la central recibió casi un millar de visitantes. Tras conocerse la fuga, los escolares de siete centros educativos de toda Catalu-

nya fueron sometidos a un control de radiación para comprobar que no existiese ningún riesgo para su salud. En total, se analizó a 2.544 personas, incluidos los trabajadores, aunque todas estaban bien.

La fuga radioactiva de Ascó 1 ya fue multada con 15,4 millones de euros por el Ministerio de Industria, basándose en el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El organismo constató que se habían producido hasta cuatro infracciones graves y dos leves que ahora el ministerio cuantifica. El cúmulo de negligencias acabó con la sanción más elevada que se ha impuesto nunca a una central nuclear en España.

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