A PARTIR DEL 1 DE MARZO

El Govern libera la limitación de 80 km/h en la mayoría de los accesos a Barcelona

Indicador del 'área 80' en la autovía A-2/B-20, a su paso por Cornellà de Llobregat.

Indicador del 'área 80' en la autovía A-2/B-20, a su paso por Cornellà de Llobregat. / FERRAN NADEU

EL PERIÓDICO / Barcelona

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El Govern ha anunciado este lunes la derogación de la zona 80 que el anterior conseller de Interior, Joan Saura, impulsó en los accesos a Barcelona. El nuevo conseller, Felip Puig, ha explicado que de los 78 kilómetros que tenían esta limitación se liberan 53, que a partir del 1 de marzo tendrán nuevas limitaciones. A partir de este momento se iniciarán los cambios que se prevén tener terminados el 1 de marzo. Las nuevas velocidades serán máximas, con lo que aunque el límite se fije en 120 kilómetros es posible que este se revise y se  baje dependiendo de la contaminación y el tráfico. Estas revisiones ser harán en mayo y septiembre.

Por tramos

La C-31 y la C-32 elevarán su velocidad máxima a 120 km/h variable, como ahora, según tráfico y contaminación.  La A-2 y AP2 tendrán tramos de 100 km/ h y otros en los que se mantendrá la limitación actual.  

La B-20 mantendrá la velocidad máxima a 80 km/h, desde el Nus de la Trinitat hasta los túneles de Montigalà. A partir de aquí se podrá ir a 100 km/h.

La C-31, hasta el campo de fútbol de Badalona, mantendrá también la velocidad máxima a 80 km/h. A partir de aquí se podrá ir a 120 km/h de velocidad máxima. En este tramo, Felip Puig ha destacado que se mantiene la limitación de velocidad anterior debido a la densa trama urbana por la que pasa la carretera.

La C-32 mantendrá la velocidad a 80 km/h hasta que se desdobla de dos a tres carriles. A partir de allí la velocidad máxima será de 120 km/h.

La C-16 mantendrá también la velocidad anterior hasta los túneles de Vallvidrera. Una vez fuera de los túneles, la velocidad máxima será de 90 km/h.

Finalmente, la C-58, mantendrá también la velocidad de 80 km/h, mientras duren las actuales obras. Una vez terminadas, se revisarán los límites de velocidad.

El coste del cambio

El objetivo final del Govern es que todos los accesos de Barcelona funcionen como la Autopista del Garraf o la de Castelldefels, que tienen instalado un sistema de velocidad variable. La conselleria de Interior confia en que en cuatro años todas las entradas a Barcelona se regirán por este modelo.  El presupuesto para adecuar los accesos de Barcelona es de 6 millones de euros. El cambio immediato, el que entrará en vigor el 1 de marzo, costará 76.000 euros.

Mientras no se haya completado esta reforma, se seguirá multando a los infractores, por lo que Puig ha pedido a los conductores que sigan obedeciendo el límite fijado en los paneles luminosos o en las señales de tráfico, porque son los vigentes hasta que se hayan cambiado.