ALTERNATIVA A LA PROHIBICIÓN

El año de las terrazas

Las patronales de la restauración prevén un notable aumento de los veladores en el exterior

RAFAEL MORALES / TARRAGONA
FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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La céntrica e inmensa plaza de la Font de Tarragona ofrecía ayer una imagen insólita en esta época del año, pero que probablemente se va a perpetuar. Los fumadores se arremolinaban frente a las puertas de bares y restaurantes y en la veintena de terrazas que hay a un lado y otro de la plaza en la que está la casa consistorial. Ni en la sede de la Penya Barcelonista el fútbol fue esta vez el tema de conversación. La ley del tabaco centró la mayoría de las charlas.

«Yo no puedo hacer de perro guardián»,se quejaba el propietario de un bar tarraconense que ya había tenido que recordar a varios clientes que no se podía fumar dentro del local. Clientes y propietarios de establecimientos se mantenían resignados, en general, ante la rigurosidad de la normativa. Y en boca de unos y otros muchas soluciones pasaban por el acondicionamiento de terrazas para beneficiar a los fumadores.

Más mesas en las aceras

De hecho, las patronales del sector del ocio y la restauración prevén un aumento inminente en el número de mesas y sillas que se colocan en aceras y zonas peatonales. Hasta ayer, la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats Recreatives Musicals (Fecasarm) había recibido más de 100 consultas de diferentes localidades -muchas de ellas en Barcelona, aunque el ayuntamiento de la ciudad no disponía ayer de cifras concretas- para instalar terrazas, explicó el secretario general de la entidad, Joaquim Boadas.

«Prácticamente todos los establecimientos que reúnen condiciones para tener terraza, la han pedido», indica Boadas, que recuerda que, cuando el pasado febrero se anunció la posibilidad de endurecer la ley antitabaco,«ya se dispararon los traspasos de locales en los que es imposible habilitar un espacio exterior».

Regular las estufas

El previsible aumento de solicitudes aún no ha llegado de forma efectiva a los ayuntamientos catalanes, que sí han constatado, en cambio, un incremento de peticiones, como ya ha ocurrido en Girona y en Lleida, para instalar estufas exteriores que hagan más soportable tomarse un café al aire libre en pleno invierno. El ayuntamiento gerundense ya aprobó el pasado verano una normativa para regular la instalación de estas estufas de exterior. No obstante, el consistorio considera que la ordenanza es insuficiente y que sería necesario que la Generalitat regulara el uso de estos aparatos.

Para evitar que la nueva ley dé pie a abusos, algunos consistorios, como el de Terrassa, están redactando un reglamento que establezca cómo deben ser los espacios exteriores con el fin de mantener una línea homogénea sobre mobiliario, jardineras o estufas, y sobre todo impedir que sean espacios cerrados, lo que significaría, en la práctica, una picaresca y una ampliación encubierta del espacio interior, informaAlbert Segura.