BAUTISMO DE FUEGO DE LA ARCADIA DE FLORIDA
Crimen en Disney City
¿Quién no ha soñado alguna vez con poder vivir en la ciudad perfecta? Hace ya más de 14 años los ejecutivos de Disney se adelantaron al resto del mundo con la fundación de Celebration, una pequeña localidad en el estado de Florida, a solo unos pasos de Disney World, el parque de atracciones más visitado del mundo, donde desde entonces viven de forma tranquila y apacible cerca de 10.000 habitantes. O, mejor, vivían así.
Casas victorianas con jardines de ensueño, colegios y centro médico a la vuelta de la esquina para evitar los embotellamientos de tráfico que irritan al común de los mortales en otras partes del mundo, novedosos sistemas de recogida de basura, infinidad de zonas verdes y campos de golf... Todo pensado para uso y disfrute de sus vecinos. Para muchos la imagen perfecta del codiciado sueño americano. Un estilo de vida que de un día para otro se transformó en una pesadilla.
El fin de la inocencia
Hasta hace un mes presumían orgullosos de ser la única ciudad del mundo sin crímenes violentos, pero en cuestión de horas tuvieron que incluir en sus hasta entonces inmaculadas estadísticas el primer asesinato y una persecución policial que terminó con el suicidio de uno de sus residentes. Así, de golpe, la ciudad perfecta de Disney se llenó de agentes y cordones de seguridad. La policía descartó que los incidentes estuviesen relacionados y días más tarde detuvo al presunto asesino.
Las autoridades repitieron hasta el cansancio que no había nada que temer pero el miedo se instaló en Celebration. Matteo Giovanditto trabajó durante años en Boston hasta que decidió mudarse a esta zona de Florida en busca del buen tiempo. En un pueblo donde es difícil pasar desapercibido sus amistades dieron la voz de alerta a finales de noviembre, antes de Acción de Gracias. Hacía días que no tenían noticias suyas y su cadáver apareció en su casa tres días más tarde.
Los vecinos se quedaron estupefactos al enterarse de la muerte de Giovanditto, un jubilado que vivía solo con su chihuahua. La policía detuvo una semana después a un hombre sin techo que confesó los hechos. Al parecer ahorcó al profesor después de una fuerte discusión en el interior de su vivienda, pero alegó que tuvo que hacerlo en defensa propia porque estaba siendo objeto de un intento de agresión sexual.
Al escándalo por el primer asesinato se sumó días más tarde un nuevo mazazo a la hasta entonces idílica existencia de los vecinos. Craig Foushee, un antiguo piloto de American Airlines, se atrincheró en su casa y empezó a disparar contra la policía. Después de tener en jaque a todo el pueblo durante 14 horas se pegó un tiro. Al parecer su vida no era todo lo maravillosa que muchos creían. Divorciado y padre de tres hijas, Foushee acababa de declararse en bancarrota.
Triste final para un hombre que al igual que muchos de sus vecinos quiso echar raíces en Celebration en busca de un lugar tranquilo para vivir. Trágico bautismo de fuego para una localidad que un mes más tarde intenta pasar página celebrando las fiestas navideñas con una montaña de nieve artificial bajo el sol de justicia que baña Florida en diciembre. Amigos de Disney, bienvenidos a la realidad, rezaba hace días el editorial de una gaceta local.
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