MEDIOAMBIENTE

Un bactericida de las pastas de dientes daña el agua del Ebro y el Llobregat

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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Cada vez que nos lavamos los dientes con pasta dentrífica o hacemos gárgaras con un colutorio estamos causando un perjuicio a las aguas de nuestros ríos sin ser conscientes de ello. Al menos esa es la conclusión que se desprende de un estudio realizado por un grupo de científicos catalanes, varios de ellos pertenecientes al Institut Català de Recerca de l'Aigua (ICRA), sobre los posibles efectos tóxicos del triclosán y su persistencia en los sistemas fluviales a pesar del proceso de depuración de las plantas de tratamiento.

Damià Barceló, director del ICRA y coautor del trabajo, explicó ayer que el triclosán es un bactericida que está presente en la mayoría de pastas dentríficas, colutorios y desodorantes del mercado. «Es un producto muy común, que las plantas de tratamiento no consiguen eliminar porque sobrevive a la depuración. Por eso es posible encontrarlo en gran parte de nuestros ríos y muy especialmente en el Ebro y el Llobregat», afirmó.

Barceló destacó que la concentración de este producto inhibe la fotosíntesis de las algas de los ríos y con el tiempo los ecosistemas fluviales afectados pueden acabar muriéndose. Por ello considera que sería recomendable que se obligara a la industria a sustituir este producto por otro que no cause esos efectos. En el 2008 ya se publicó un estudio en el que el triclosán aparecía en el 50% de las muestras del Ebro y del Llobregat, pero ahora se ha encontrado mezclado con otros productos que pueden aumentar su toxicidad. Barceló destacó que por este motivo algunos países como Suecia ya han decidido prohibirlo.

Además del estudio sobre el triclosán, los investigadores del ICRA también han presentado un trabajo sobre la presencia de contaminantes como los compuestos perfluorados en las redes de agua potable de siete grandes ciudades próximas al Ebro, entre ellas Lleida, Barcelona y Tortosa. Barceló destacó que el nivel detectado todavía no es peligroso para la salud, pero pone de relieve la presencia cada vez más elevada de estas sustancias en el agua de boca.

El director del ICRA precisó que los perfluorados se hallan en detergentes y otros artículos de uso industrial y son bioacumulables. Su fabricación está prohibida en Europa, pero siguen entrando en España a través de productos importados de China.