CAOS EN LOS AEROPUERTOS

Desplegados 190 militares del Ejército del aire en las torres de control

La Guardia Civil levanta acta en todos los centros

MAYKA NAVARRO / EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un total de 190 efectivos del Ejército del Aire están desplegados en las torres y centros de control aéreo de toda España, así como en el dispositivo de coordinación y seguimiento que existe en el Estado Mayor del Aire tras la huelga de los controladores aéreos.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, se ha reunido esta tarde con el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general José Jiménez Ruiz, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general José Julio Rodríguez, para analizar la situación del tráfico aéreo tras la declaración del estado de alarma y la incorporación de los controladores civiles al régimen militar.

La Guardia Civil acudió a partir de la medianoche de ayer a las torres de control de todos los aeropuertos españoles, han identificado a todos los controladores y han levantado actas de los que a pesar de estar en su lugar de trabajo, no operan. Los informes han sido centralizados para luego ser reenviados a las audiencias provinciales correspondientes y a un tribunal militar para aquellos que a partir de las tres de este mediodía cuando el BOE ya había publicado la actual situación de estado de alarma, aún estando movilizados han incurrido en un delito de desobediencia tipificado en el Código Militar.

Esta mañana, a las 8.30 horas los guardias civiles identificaron en el interior de la torre de control de Barajas a 44 controladores, cuando en ese turno solo debían de trabajar 17. Era evidente que la presencia masiva de técnicos era más un acto de fuerza que otra cosa. La gran mayoría llegaron al aeropuerto directamente desde el Hotel Auditorium de la capital, a pocos metros de Barajas, y donde EL PERIÓDICO les descubrió ayer a las seis de la tarde en una especie de concentración que debía de ser secreta y en la que dieron pocas muestras de estar tan enfermos como para acogerse a una baja médica masiva.

En esa misma torre de control de Barajas, sobre las 10.15 horas, 34 controladores abandonaron la instalación, y solo diez se quedaron en el puesto de trabajo, según el acta de la Guardia Civil.

Reservas horas antes

La presencia de casi dos centenares de controladores en el Hotel Auditorium de Barajas fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de las autoridades y de los usuarios. Tanto el gran salon aditorio como un buen número de habitaciones habían sido reservadas horas antes de que los responsables del sindicato de controladores aseguraran en rueda de prensa que acatarían el nuevo decreto del Gobierno. Era evidente que la estrategia de encerrarse en el hotel estaba prevista, aunque fueron descubiertos.

Y no precisamente en un estado de "rotura psicológica" como habían dicho los sindicalistas en relación a sus compañeros, sino en un ambiente muy distentido y abarrotando el bar del hotel. La cosa cambió cuando el resto de medios de comunicación supieron por EL PERIÓDICO que los huelguistas estaban atrincherados en el hotel. Las cámaras y el boca a boca hizo que cambiara el semblante de los controladores. Sobre todo cuando tuvieron que soportar los gritos e insultos del casi medio millar de pasajeros que ante la imposibilidad de volar tuvieron que pasar la noche en el mismo hotel de concentración de los huelguistas. Desde entonces, ya no hubieron más visitas al bar del hotel.

Para entonces, el hotel ya estaba tomado por agentes del Cuerpo Nacional de la Policia y la Guardia Civil que tuvieron una doble misión. Por una parte, identificar a los controladores reunidos, a petición de la Agencia Española de Seguridad Aérea, y por otra evitar que las tensiones fueran a más ante la exaltación de algún afectado por la huelga. Más de uno se dedicó a grabar a los controladores a su paso por el hall del hotel con la intención de colgar las imágenes en Youtube o en las redes sociales para identificar "a los sinvergüenzas que nos han destrozado las vacaciones".