SALUD

El plan de detección del cáncer de colon salva a 400 enfermos

Envase entregado en las farmacias para recoger una muestra de heces que se enviará a analizar al hospital.

Envase entregado en las farmacias para recoger una muestra de heces que se enviará a analizar al hospital.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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El cáncer de colon y recto es el segundo más frecuente en España en hombres y mujeres, y uno de los tumores que menos signos de alerta emiten antes de adueñarse del tejido donde crecen. Esta circunstancia es aún desconocida por un amplio sector de la población, lo que explica que solo un 50% de los barceloneses que fueron citados por carta para acceder a una sencilla prueba de detección precoz de esta forma de cáncer hayan accedido a participar. A 80 de ellos se les detectó un tumor de colon, que ya les ha sido extirpado. Otros 315 analizados sufrían adenomas (pólipos), nódulos intestinales precursores de un cáncer a corto plazo, y en 158 se detectaron pólipos no malignos, que también fueron eliminados. A todos ellos se les convocó a una prueba endoscópica, una colonoscopia, con la que, al mismo tiempo que se les observó el colon, se suprimieron sus anomalías.

En su primer tramo de aplicación, el programa de detección del cáncer de colon se ha ofrecido a 40.000 vecinos de Les Corts, Sant Martí y Ciutat Vella de 50 a 69 años. A lo largo del 2011 se citará a otros 250.000 vecinos de Barcelona, y antes del 2015 todos los catalanes de esa franja de edad habrán sido convocados, prevé la Conselleria de Salut. Con esta iniciativa, la Generalitat intenta reducir en un 30% la mortalidad por cáncer de colon. En Catalunya fallecen cada año por esta causa 1.900 personas, y 13.000 en toda España. En paralelo, son diagnosticados 26.000 nuevos cánceres de colon cada año en España (4.700 en Catalunya).

UN ÉXITO / «Un 50% de participación es un éxito si tenemos en cuenta que es la primera vez que se propone a los ciudadanos controlarse un cáncer que es menos conocido que el de pulmón o el de mama», explica Antoni Castells, responsable del servicio de enfermedades digestivas del Hospital Clínic, centro receptor de las muestras analizadas.

El proceso de aplicación de este cribado, sin precedente en España por su fácil puesta en práctica, consistió en enviar una carta a los individuos convocados, indicándoles las farmacias, próximas a sus domicilios, en las que se les entregaría el tubo receptor de una pequeña muestra de heces. El envase de recogida biológica, higiénicamente estudiado, se devolvió a la misma farmacia, tras identificarlo, y esta lo remitió al laboratorio del Clínic. En el hospital analizaron si dicha muestra contenía sangre oculta, una hemorragia que debe hacer sospechar de la existencia de un tejido anómalo. En los casos en que así fue, los individuos fueron citados para hacerles a una colonoscopia. El resto de los participantes recibieron en casa una segunda carta informándoles del resultado y anunciándoles que dentro de dos años se repetirá la operación.

La precocidad con que fueron detectados estos tumores ha permitido que, en el 70% de los casos, los afectados no hayan necesitado recibir sesiones de quimioterapia. Ha sido suficiente con la extirpación. Si el cáncer de colon proporciona síntomas externos, es decir, cuando la sangre ya es perceptible por el afectado, el tumor suele estar en fase muy avanzada y su extirpación exige eliminar una porción del intestino, además de precisar quimioterapia.