ESTRENO BLANCO EN EL PIRINEO

La ola de frío asegura un buen inicio de la temporada de esquí catalana

Una máquina compacta la nieve acumulada ayer en Vaquèira-Beret.

Una máquina compacta la nieve acumulada ayer en Vaquèira-Beret.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA
ROSA MATAS / LLEIDA

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Cañones de nieve artificial y máquinas pisanieves trabajan a todo trapo estos días en el Pirineo. El frío ha tardado en llegar, pero cuando lo ha hecho, ha sido contundente: los termómetros se desplomaron ayer hasta los 11 grados negativos en poblaciones de la Cerdanya, mientras que en la Alta Ribagorça cayeron hasta los -8oC. La previsión dice que hoy y mañana el frío seguirá siendo riguroso con valores similares a los de ayer, o más bajos si cabe. El domingo no se descarta que caiga nieve cerca de la costa central.

La ola de frío polar de esta semana, apuntaban ayer las estaciones de esquí catalanas, no solo ha sido de lo más oportuno -llega justo a punto para preparar el puente de la Constitución-, sino que garantiza las reservas de nieve hasta prácticamente la Navidad, con espesores que en estos momentos superan ya el medio metro en Vaquèira-Beret (Vall d'Aran) y en Boí Taüll (Alta Ribagorça). El inicio de la nueva temporada no podía ser, pues, más esperanzador, admitieron fuentes del sector.

De momento, este fin de semana las pistas de Vaquèira, Port del Comte (Solsonès), Vall de Núria y Vallter-2000 (ambas en el Ripollès) se suman a la oferta de Masella y de La Molina (Cerdanya), que estrenaron la campaña el sábado pasado. La intención es que durante los 162 días de esquí previstos para esta temporada -desde el 20 de noviembre hasta el 1 de mayo del 2011- los complejos invernales del Pirineo de Lleida y Girona «superen, si es posible, la cifra global de 2 millones de esquiadores registrada el año pasado», señala Joaquim Alsina, gerente de la Associació Catalana d'Estacions de Muntanya (ACEM).

ANDORRA Y ARAGÓN / La generosidad con que ha caído la nieve esta semana también ha beneficiado a las estaciones de otros rincones del Pirineo, que van a aprovechar la ocasión para abrir. En Aragón, Astún se estrena hoy con 120 centímetros de nieve fresca y Cerler lo hará mañana con 115. En Andorra, Vallnord ofrecerá grosores de 50 centímetros, a partir de este sábado.

La competencia de las regiones vecinas, que «se han lanzado a una auténtica guerra de precios», según la ACEM, promete ser dura este año de crisis. «Tendríamos que espabilar un poco, sobre todo si queremos entrar en la carrera de los Juegos Olímpicos», advirtió ayer Aureli Bisbe, director general de Vaquèira. La cita olímpica del 2022, que aspira a acoger la ciudad de Barcelona, debe ser la «excusa» para llevar el esquí a las escuelas, dijo Bisbe. «Hay que popularizar el esquí, hacer que la gente vaya a la montaña», insistió el director general de Vaquèira, que pidió la colaboración de la Administración.

También presidente de la patronal española del esquí (Atudem), Bisbe dijo no estar contento con el trato que los políticos dan a las estaciones, que, según asegura, otros gobiernos se toman muy en serio. «En Catalunya se presume poco de las instalaciones que hay», lamentó, antes de argumentar que «no hacen falta estudios para ver su influencia, solo hay que comparar un valle con estación con otro que no la tenga».

La asignatura pendiente de las estaciones es la internacionalización, dijo Joan Sala, consejero delegado de Gran Pallars, que apuesta por países como Turquía, la India y Rusia. En esta internacionalización, las esperanzas están puestas en el aeropuerto de Lleida, aunque el retraso de las obras de la autovía del Vall

d'Aran hará que las ventajas del aeropuerto no sean evidentes hasta próximas campañas, según manifestaron los representantes de las estaciones ayer en Lleida.