El personal sanitario

Catalunya se encamina a una drástica falta de médicos dentro de 15 años

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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La espontánea e inesperada disminución de pacientes experimentada este último año en los servicios de urgencia de los hospitales y centros de asistencia primaria (CAP) de Catalunya, fenómeno que se atribuye a la crisis económica, ha acallado temporalmente un problema que, si nadie lo remedia, estallará a partir del 2025, cuando se empiecen a jubilar los 13.000 médicos que en estos momentos tienen de 50 a 55 años. Son el 37,7% de los facultativos que ejercen en la actualidad, el doble, aproximadamente, de los que durante los próximos 15 años se licenciarán en las siete facultades de Medicina de Catalunya.

Esa jubilación masiva será el último exponente de las grandes generaciones de médicos que dieron las universidades españolas antes de que, en 1981, el Ministerio de Sanidad estableciera los restrictivosnumerus clausus que desde entonces limitan el acceso a los estudios médicos. Dos de cada tres aspirantes a esa carrera no consiguen ahora plaza.

GRANDES DÉFICITS / La limitada capacidad de admisión de las facultades de Medicina ha tenido como consecuencia la progresiva escasez de determinados especialistas, un déficit que se tradujo en motivo de constante queja en los últimos cinco años, cuando Catalunya recibió al millón largo de inmigrantes que accedieron a tarjeta sanitaria individual. Los médicos de los CAP argumentaron en el 2007 una de sus huelgas más masivas por la excesiva carga asistencial que asumían a consecuencia de la falta de especialistas.

Aunque las familias de extranjeros recién llegados suelen estar formadas por personas jóvenes y sanas que van poco al médico, sí que conservan la tradición de tener hijos de inmediato. Tienen bastante más descendencia que las autóctonas. Y la mayoría de las inmigrantes embarazadas, a diferencia de un 30% de las nacidas en Catalunya, controlan su gestación en centros sanitarios públicos. Estos datos han exacerbado la ya antigua falta de ginecólogos, obstetras, pediatras y anestesistas.

La demanda irresuelta de esos especialistas, en definitiva, sigue vigente, y es de difícil solución, ya que ni es posible la contratación de personal adecuadamente formado en países suramericanos -experiencia explorada en el pasado- ni han aumentado las plazas de médicos internos residentes (MIR) que se están especializando en las áreas de máxima escasez. Quienes más sufren esta situación son los hospitales alejados de las grandes capitales, explica Ramon Carreras, presidente de la Societat Catalana de Obstetrícia i Ginecologia. «Como faltan muchos pediatras, ginecólogos y obstetras, los que ejercen pueden escoger, y eligen los grandes hospitales de Barcelona, o los de Girona, Lleida y Tarragona. Nadie quiere ir a un centro rural», asegura. Así pues, el problema queda para los hospitales comarcales o para los de alta montaña, cuyas direcciones acceden con frecuencia, bordeando la ilegalidad, a que médicos no especializados en el área maternoinfantil atiendan partos.

Todo seguirá igual en los próximos 10 años, el tiempo mínimo que dura la formación de un médico en España. «Pero ¿quién sabe lo que pasará dentro de 15 años? -pregunta Berenguer Camps, responsable de Estudios Colegiales en el Col·legi de Metges de Barcelona (CMB)- ¿Qué demanda de asistencia habrá?» Todo depende de si han llegado o se han ido más inmigrantes, se responde, de si las mujeres autóctonas aumentan sus tasas de natalidad o de si el Gobierno accede a que las universidades formen más médicos.

SURAMERICANOS / Los facultativos nacidos en el extranjero ya son mayoría entre los nuevos colegiados en Barcelona. Un 57,8% de los médicos inscritos en el CMB en el 2009 no tienen pasaporte español. Un 76% son suramericanos, un 9,7% proceden de la UE, y un 5%, de Europa del Este. Un dato significativo entre estos médicos inmigrantes es su opción de cursar en España la formación completa como especialista, el MIR, de una duración no inferior a los cinco años. Un 45% de los licenciados en Medicina que en el 2009 iniciaron la formación MIR son extranjeros, un 100% más que en el 2006. Un salto insólito que, a juicio de los demógrafos sanitarios, tal vez inicia la tendencia del futuro inmediato. «O las facultades españolas acaban con sus restricciones o los médicos extranjeros resolverán la escasez», considera un técnico del CMB.

Este colectivo representa hoy el 16% de los 36.000 médicos colegiados y en activo en Catalunya. En Barcelona son 4.500 de los 23.500 en ejercicio. Aunque se formaron con planes de estudio distintos a los de España, muchos de ellos pertenecen al sector más cualificado entre los sanitarios de sus países, que, al perderlos, se descapitalizan.