SUCESOS

Acusado de distribución de porno infantil un cura de Castellón

El párroco tenía miles de archivos paidófilos en un ordenador en la parroquia de Vilafamés

El párroco de Vilafamés (con gafas) sale del juzgado, ayer.

El párroco de Vilafamés (con gafas) sale del juzgado, ayer.

ALBA G. LAGUNA
VALENCIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Guardia Civil detuvo el miércoles al párroco de la localidad castellonense de Vilafamés, Rafael Sansó, por un presunto delito de distribución de pornografía infantil por internet, tras serle incautados más de 21.000 archivos digitales con contenido paidófilo que guardaba en un ordenador en la parroquia.

El material pornográfico que condujo a la detención del sacerdote fue hallado durante el registro, el mismo miércoles, de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que él dirigía. En total, los archivos requisados suman 600 gigabytes de información entre fotografías y vídeos. La detención fue ordenada por el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, lo que indica que probablemente se inscribe dentro de una operación a escala nacional. La investigación pone de manifiesto que, si bien la mayor parte de los archivos estaban destinados a la tenencia, algunos de ellos fueron compartidos con otros usuarios.

LIBERTAD CONDICIONAL / Ayer a mediodía el acusado fue puesto a disposición judicial por agentes del grupo de delitos telemáticos de la Guardia Civil y declaró ante del juez de guardia. El fiscal solicitó el ingreso en prisión preventiva comunicada y sin fianza, pero el magistrado prefirió dejarlo en libertad condicional con la obligación de presentarse en el juzgado cada 15 días al entender que no parece probable que intente eludir la acción de la justicia. También influyó en la decisión judicial el que las penas para el delito que se imputa al cura no son demasiado elevadas (entre cuatro y ocho años).

Los vecinos de Vilafamés, un municipio de 2.000 habitantes, están sorprendidos por la noticia. La alcaldesa, Luisa Oliver, mostró ayer su «indignación» por estos hechos y reconoció que nadie «podría haber imaginado» que estuviese ocurriendo algo así ya que el párroco tenía una relación muy estrecha con los vecinos del pueblo y estaba «muy involucrado en temas culturales».

La parroquia donde el sacerdote oficiaba misa desde hacía 15 años es la única de la localidad. El Obispado de Segorbe-Castellón confirmó ayer la suspensión cautelar del párroco en todas sus funciones y se puso a disposición de la justicia para ayudar al esclarecimiento de los hechos, aunque proporcionará al cura «los medios para su defensa». A partir de mañana otro párroco se hará cargo de los actos religiosos.