acto reivindicativo en barcelona

Cristianos progresistas piden una Iglesia «más humana y próxima»

Un momento de la celebración de ayer en Santa Maria del Pi, en Barcelona, con un cirio encendido que simbolizaba a las pequeñas iglesias.

Un momento de la celebración de ayer en Santa Maria del Pi, en Barcelona, con un cirio encendido que simbolizaba a las pequeñas iglesias.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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Medio millar de personas convocadas por 29 asociaciones cristianas progresistas llenaron anoche la iglesia de Santa Maria del Pi, en Barcelona, para responder a la siguiente pregunta: «¿Qué modelo necesita la Iglesia del nuevo milenio?». La respuesta fue rotunda: «Queremos una Iglesia más humana, próxima y evangélica». En su opinión, «hoy cuesta reconocer en el Papa y en la actual jerarquía al sucesor de Pedro», como suscribió una carta pública leída al final. «La imagen del papado y de la curia no ayudan a los fieles y a la sociedad en general a acercarse a Jesús», insistieron.

Los presentes repartieron piedras para simbolizar la construcción de una nueva iglesia y unieron las manos. «Queremos ser piedras. Salid a anunciarlo», clamaron los organizadores. «Es un signo de esperanza que seamos tantos», afirmó Joan Oñate, de Església Plural, una de las asociaciones convocantes. «Pese a las dificultades, pese a las viejas estructuras, pese al menosprecio, nos sentimos llamados a construir Iglesia con Jesús -reiteraba el texto final-. No ha de cundir el desánimo. Sigamos orando y trabajando para que un día sea posible».

Oñate dijo que en el templo se encontraban fieles venidos de otras diócesis, pero ante todo quiso recordar «a todos aquellos que han dado su apoyo a título personal pero no han podido venir por miedo a significarse». Lo repitió dos veces: «Sabemos que tienen problemas para expresar sus opiniones. No nos gusta ser de una Iglesia que no acepta voces discordantes».

De hecho, los problemas surgieron desde el momento en que varias asociaciones decidieron convocar el acto. «No encontrábamos un lugar. Por eso hemos tardado». Los organizadores agradecieron la valentía de la parroquia del Pi, «que ya en otras ocasiones se destacó por ayudar a los desfavorecidos». Se oyeron entonces unos aplausos atronadores.

COMO LOS PRIMEROS CRISTIANOS / Luego, los fieles encendieron pequeñas velas con un cirio fabricado con la cera de diversas parroquias. Hubo muchos símbolos. «Muchos han dicho que esto es un reto al Papa, pero no es así. Lo que nos gustaría es simplemente que las cosas se hablaran más, como sucedía con los primeros cristianos», añadió Oñate.

Las 29 organizaciones convocantes, un auténtico crisol de sensibilidades, piden modernizar, humanizar y democratizar las estructuras eclesiales, permitir el acceso de las mujeres al sacerdocio (o al menos aumentar su influencia) y acabar con las discriminaciones por orientación sexual, entre otros aspectos. Durante el acto se leyeron diversos fragmentos religiosos. Según los presentes, «el Papa se ha convertido en una imagen sagrada alejada del pueblo», cuando «solo hay un guía único y ese es Cristo», como subraya el Evangelio de San Mateo. La misma idea emanó de unos escritos de San Agustín: «Solo San Pedro merece representar a toda la Iglesia». Y de los Hechos de los Apóstoles: «Pedro le dijo [a Cornelio]: 'Levántate, que también yo soy un hombre'».

En el acto de anoche no hubo eucaristía ni nadie que ejerciera de pastor, sino muchos voluntarios que se fueron turnando en las lecturas y en la organización. Fueron humildes hasta las velas encendidas, «porque no había dinero para más». Aunque tuvo mucho de festivo, con música y asistentes de todas las edades, el acto fue ante todo reivindicativo. Y hubo, finalmente, un llamamiento al Papa a que «conozca y respete la cultura catalana».