La visita pontificia

Los inhibidores dejarán la zona sin cobertura de móvil

El dispositivo de seguridad afectará a mandos a distancia de coches y párkings

MAYKA NAVARRO
MADRID

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que nadie de los muchos que el domingo acompañarán al Papa en la Sagrada Família y sus alrededores se preocupe si, de repente, su teléfono móvil no funciona o las interferencias le impiden hablar. Seguro que también fallarán los mandos a distancia de los párkings o de los coches. Esa falta de cobertura será la consecuencia de la concentración de inhibidores de frecuencia que ese día se dispondrán en los alrededores del templo.

Los inhibidores policiales sirven para desactivar el funcionamiento de determinados aparatos que se puedan utilizar en contra de la seguridad de una personalidad. Los coches blindados de los miembros de la Casa del Rey o del Gobierno, por ejemplo, tienen inhibidores de una amplia gama de frecuencias que impedirían, a su paso, el funcionamiento de un mando a distancia.

El domingo en el templo, además del barrido que harán los Mossos d'Esquadra, se encontrará en el lugar la furgoneta con inhibidor que acompaña siempre a los integrantes de la Casa del Rey y los de los vehículos de las personalidades que acudan a la ceremonia. Es decir, que será más que complicado comunicarse por el móvil. Y aquellas personas que estén cerca de la fuente de inhibición, del aparato en sí, no podrán hablar de ninguna manera. La situación se repetirá en la posterior visita del Pontífice al hospital Nen Déu, donde también se realizará un barrido de frecuencias de la zona.

MEJOR EN EL RECORRIDO / El panorama será diferente a lo largo del recorrido papal. En algunos puntos concretos se perderá algo de cobertura, o se intensificarán las interferencias, pero en principio no tiene por qué haber problemas para comunicarse.

Los barridos de frecuencia se realizan con unos aparatos cada vez más sofisticados que, por ejemplo, no inutilizan las frecuencias de radio que ese día utilizarán los diferentes cuerpos policiales. En algunas ocasiones, la potencia es tan grande que los inhibidores afectan incluso a los televisores, como ocurre cuando el presidente de EEUU se desplaza al extranjero. En principio, según fuentes policiales, esto no sucederá el domingo en Barcelona.