La visita pontificia

El viaje del Papa llenará menos los hoteles de Barcelona que la F-1

RAFA JULVE / Barcelona

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«Un partido importante del Barça en la Champions, el gran premio de fórmula 1 o un macrocongreso profesional se notan más en las reservas de habitaciones que la visita del Papa», afirma el director del Hotel Sagrada Família de Barcelona. Su establecimiento está situado en plenazona XVIy el viernes pasado aún le quedaban ocho habitaciones libres de las 84 de que dispone. «Al final se acabará llenando, pero a unos precios más bajos de lo que esperábamos, a 120 o 130 euros una noche», dice. Lo que confirma el razonamiento del presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos: «A nivel de ocupación, el viaje del Pontífice no es que sea muy importante. Sin embargo, se trata de un acontecimiento muy positivo por el eco y la promoción que dará de la ciudad en todo el mundo».

El representante del sector hotelero barcelonés aporta motivos por los que la llegada de miles de personas a la ciudad para ver a Benedicto XVI no se traducirá en una cifra mayor de pernoctaciones en este tipo de negocios. Muchos fieles harán un viaje relámpago en autobús y ni siquiera se quedarán a dormir. Un segundo grupo que sí reservará habitaciones lo hará mayoritariamente por una sola noche y no por dos o tres como se suele hacer en otros grandes acontecimientos. Otros se hospedarán en pisos particulares o en casas de familiares y amigos, mientras que el resto «tendrá alojamiento en residencias religiosas».

EL 77% DE OCUPACIÓN / Pese a que estas circunstancias evitaran mayores ingresos, Clos asegura que la llegada del Papa ayudará sensiblemente a mejorar los números de un mes, el de noviembre, que no es de los más buenos para los hoteles. «En una semana normal nos encontraríamos alrededor del 65% de ocupación, mientras que ahora llegaremos al 75% o al 77%», comenta. Y añade que el Ayuntamiento de Barcelona «no ofrece una cifra descabellada» cuando asegura que la visita de Benedicto XVI reportará a la ciudad 29,8 millones de euros.

El consistorio calcula que en torno a 21 de esos millones procederán de los visitantes que se alojen en la capital catalana (compras, alojamiento, transporte...). Otros cuatro millones se los dejarán los ciudadanos (barceloneses o no) que llenen las calles para ver al Pontífice, mientras que los 4,6 millones restantes resultarán de lo que costaría, según los técnicos municipales, una campaña mediática que difundiera por el mundo tantas imágenes de la ciudad como las que generará la llegada del Papa.

«Esta última partida yo la incrementaría hasta los seis millones de beneficios», sostiene el presidente del gremio, quien recalca que en este caso «importa más la promoción que la hostelería pura y dura».

En similar sentido opina Sergi Maria, director de la cadena Abapart, de la que forman parte el Aparthotel Nàpols y los apartamentos Independència, Aragó 565 y Marina. Las 20 habitaciones de este último establecimiento ya están reservadas desde hace tiempo («un día después de que se anunciaran las fechas una mujer solicitó la mitad»). Sin embargo, Maria explica que más allá de esta excepción «no ha habido alud de reservas ni los precios se han desorbitado», análisis que coincide con el de Xavi Díaz, subdirector del Ayre Hotel, que la semana pasada aún disponía de 10 habitaciones libres.

PROBLEMAS VARIOS / «El fin de semana del 12 y 13 ya lo tengo más lleno que el del Papa», prosigue Maria, que ha elaborado acreditaciones para que sus clientes superen tranquilos el dispositivo de seguridad. «Espero que no haya problemas para aparcar los coches de las personas que se alojen en nuestro hotel», teme el director del Sagrada Família.