RELIGIÓN

Un cargo del Govern compara al Papa y al imán de Lleida por "retrógrados"

Amorós, secretario de Immigració de la Generalitat, en el Parlament.

Amorós, secretario de Immigració de la Generalitat, en el Parlament.

FIDEL MASREAL / Barcelona

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No acostumbra a pisar charcos, pero todo indica que ayer Oriol Amorós, responsable de Immigració del Govern, se dio cuenta enseguida de que lo que acababa de decir generaría controversia. Preguntado sobre si algunos partidos critican la próxima visita del Papa a Barcelona pero aplauden al imán radical de Lleida, Amorós afirmó en la emisora RAC-1: «Me lo pone difícil a la hora de elegir, son dos visiones bastante conservadoras y retrógradas de sus propias religiones». Amorós matizó al poco su afirmación y añadió que «posiblemente, ganaría el imán» en actitudes conservadoras porque su caso «es bastante más grave».

El líder religioso de Lleida acumula un ya largo historial de polémicas por excesos de aforo en la mezquita de la calle de Nord, por su concepción salafista (corriente radical) del islam, por las expresiones de discriminación hacia las mujeres y por las acusaciones de maltrato y poligamia por parte de una española con la que mantuvo una relación al margen de su actual matrimonio.

Horas más tarde, Amorós puntualizó, en declaraciones a EL PERIÓDICO, que en ningún caso su intención fue comparar a ambos dirigentes religiosos. «Me mantengo en que ambos representan visiones conservadoras de sus religiones. En un caso, el del Papa, muy conservadoras, y en el otro, muchísimo más todavía». Amorós añadió: «Soy evidentemente consciente de que no son ni representan lo mismo».

Las matizaciones del secretario de Immigració fueron posteriores a los reproches que recibió de la ayer portavoz del Govern, laconsellerade Treball, Mar Serna (PSC), quien recordó que el Papa es jefe de Estado. Pese a ello, Amorós dijo no sentirse desautorizado. El alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), católico practicante, calificó las palabras de Amorós de «irresponsables, inoportunas y desafortunadas».

EL PP EXIGE EL CESE / La polémica generada por Amorós, que ayer nuevamente denunció actitudes xenófobas del PP de Catalunya, sirvió inmediatamente de munición para, precisamente, los populares catalanes. La candidata de la fuerza conservadora, Alicia Sánchez-Camacho, exigió el cese «fulminante» del responsable de Immigració. «Es una ofensa insultante», argumentó.

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) se sumó «a todas aquellas personas y entidades que no esperan al Papa». Benedicto XVI «representa unas prácticas y posiciones ideológicas que rechazamos», informó la FAVB. En un comunicado la federación fundamentó su repulsa en las posiciones del Papa en relación al «derecho de hombres y mujeres a decidir sobre el propio cuerpo» y «la falta de autocrítica ante la pederastia». La entidad censuró también a las autoridades municipales por «los fastos» de la visita.