Fin de semana largo

El oleaje daña playas recién recuperadas

Un padre protege del oleaje a su hijo en una playa del Masnou, ayer.

Un padre protege del oleaje a su hijo en una playa del Masnou, ayer.

FERRAN COSCULLUELA / Roses
FEDE CEDÓ / Arenys de Mar

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El puente del Pilar terminó ayer como había empezado: con mal tiempo. El temporal de lluvia y fuerte viento de Levante que ha azotado Catalunya durante los cuatro días festivos -y que ha obligado a los bomberos de la Generalitat a realizar más de 900 actuaciones-, se cebó ayer sobre el litoral -sobre todo en el Maresme y la Costa Brava-, donde el oleaje se tragó playas regeneradas este mismo verano. En la ciudad de Barcelona, el Observatori Fabra registró una ráfaga de viento de hasta 100 kilómetros por hora, mientras que en Cabrils (Maresme) alcanzó los 97.

La impotencia y el malestar eran ayer manifiestos entre alcaldes y residentes de municipios afectados por la desaparición de la arena de las playas, que hoy harán un balance detallado de la situación. Solo en el Maresme, recuperar los puntos dañados por los vendavales ha supuesto este año gastar 12 millones.

Políticos, técnicos municipales, vecinos y curiosos recorrieron ayer playas y puertos de la Costa Brava azotados el lunes por olas de hasta 8 metros para comprobar los desperfectos. Una inspección que también realizaron alcaldes de localidades como La Jonquera (Alt Empordà), que en apenas 48 horas acumuló precipitaciones de 200 litros. La conclusión generalizada es que, aunque lallevantadacastigó el litoral, los destrozos no han sido excesivos.

En algunos puntos de Roses, como en la Platja de la Punta, el fuerte oleaje se llevó la mayor parte de la arena con la que se había regenerado este verano. En el aparcamiento situado junto al paseo marítimo, el mar aún golpeaba con fuerza los muros, desnudos de cualquier protección.

Pese a la larga lista de incidencias - desde los desprendimientos y las crecidas de rieras vividos el sábado en la Anoia y el Baix Llobregat hasta los destrozos en paseos marítimos del Empordà- lo cierto es que el episodio no ha causado grandes estragos. «Hay que reconocer que nos ha acompañado la suerte», admitía ayer el director general de Protecció Civil, Josep Ramon Mora. «La respuesta de ayuntamientos, cuerpos operativos y medios de comunicación ha sido muy buena y la ciudadanía, que en su mayoría ha permanecido en casa, ha reaccionado de manera excelente», destacó.

El pasado viernes, cuando se confirmó que el temporal podía ser importante, la dirección general no las tenía todas consigo. «Preocupaba mucho, porque los días de mal tiempo iban a coincidir con un puente de gran movilidad», reconoció Mora.

RESERVAS DE AGUA / Pero lallevantadatambién ha tenido aspectos positivos. El pantano de Boadella, que suministra a Figueres y las principales poblaciones del Alt Empordà, ha pasado de tener unas reservas del 26% al 42% de su capacidad en apenas tres días. Unas aportaciones que han hecho subir el nivel del embalse en más de 5 metros y que pueden conseguir que roce la mitad de su capacidad (61 hectómetros cúbicos) en los próximos días.

La previsión, indicó el director general de Protecció Civil, es que durante la jornada de hoy se puedan ir desactivando los programas de emergencias Inuncat, por lluvias fuertes, y Procicat, por viento y alteraciones marítimas.