Demora legislativa

La pugna política atasca el veto total del tabaco en bares y restaurantes

Una mujer fuma un cigarrillo en la barra de un bar de Barcelona, ayer por la tarde.

Una mujer fuma un cigarrillo en la barra de un bar de Barcelona, ayer por la tarde.

ANTONIO M. YAGÜE / Madrid

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La promesa, hace ya casi año y medio, de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, de reformar la ley del tabaco para prohibir fumar en todo espacio público cerrado, no acaba de prosperar. Los grupos parlamentarios llevan más de dos meses preparando enmiendas a la propuesta del Gobierno. A propuesta del PP, el plazo se ha alargado hasta el 17 de septiembre y se ha aceptado la comparecencia hasta octubre de cinco sectores implicados (hosteleros, casinos, discotecas, sindicatos, médicos y fumadores). Los socialistas afirman que el PP solo pretende impedir que Jiménez (la apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero para disputar al PP la Comunidad de Madrid) llegue a tiempo para cumplir la promesa de que la reforma entre en vigor el 1 de enero.

Los farragosos trámites que sigue la comisión de Sanidad del Congreso dan una idea de la dificultad de cumplir el calendario: tras la comparecencia, se constituirá la ponencia, se examinarán las enmiendas y se comunicarán a las partes. Luego se votarán en la comisión. A continuación, se enviarán al Senado, cuya comisión de Sanidad abrirá otro plazo de enmiendas y se remitirán al pleno. Allí se votarán y, si hay cambios, la ley de reforma volverá al Congreso para la votación definitiva.

AVALANCHA DE ENMIENDAS // «Mantenemos el proyecto y confiamos en llegar a tiempo. Procuraremos que las comparecencias pedidas por el PP y la avalancha de enmiendas no supongan un retraso», confió ayer Guadalupe Martín, portavoz adjunta del PSOE en la comisión.

El PP replicó por boca del diputado Santiago Cervera: «Lo importante es hacer una buena ley, no deprisa y corriendo. Si hay retraso, el Gobierno es el responsable. Ha tenido tiempo para hacer una reforma legal en lugar de una proposición de ley con la que ha hurtado el debate». Cervera anunció que presentará actualizadas las enmiendas del 2005 a la ley, «un fracaso por no anteponer las medidas sanitarias» .

El proyecto del Gobierno ha dejado cuatro excepciones que pueden ser un coladero de enmiendas. Permite fumar en cárceles, psiquiátricos, hoteles y los denominados «clubs de fumadores», lo que abre la puerta a que bares y restaurantes se reconviertan en estos últimos. Mario Mingo, portavoz de Sanidad del PP y principal batallador contra la norma, reclamó, entre la lluvia de enmiendas de su grupo, que se permita a hosteleros y empresarios de discotecas y casinos habilitar salas especiales o cubículos sin camareros a los que puedan acudir los fumadores. «Es una forma de luchar contra el tabaquismo dejando que la gente viva», comentó. El PP también pedirá una moratoria de la ley de seis meses a dos años para resarcir al sector hostelero de las pérdidas, que se permita fumar en las residencias de ancianos y que el Sistema Nacional de Salud financie los tratamientos.

COMPENSACIONES // CiU y ERC apoyan en principio el proyecto del Gobierno. Pero no lo consideran una prioridad y, como en otras ocasiones, no se sabrá hasta llegado el momento si se abstendrán en la votación. Por el momento, han puesto sobre la mesa que exigirán una compensación mediante algún tipo de beneficio o ventaja fiscal para los hosteleros que en su día habilitaron zonas de fumadores. El Ejecutivo no está por la labor. Aduce que no se les obligó a hacerlo y que las obras ya están amortizadas.