Desarticulada una banda dedicada al asalto de viviendas en Barcelona

Los Mossos d'Esquadra han culminado una investigación iniciada en abril con la desarticulación de una banda, integrada por 10 jóvenes de nacionalidad chilena, que se había especializado en el asalto de viviendas, aunque también se le imputan delitos como un atraco a una joyería y dos asaltos por el método del cogotazo en cajeros automáticos. Los delincuentes actuaron en el Vallès Oriental y Occidental, Baix Llobregat, Anoia, Bages y Maresme.

Los detenidos, de entre 18 y 24 años y con antecedentes por hechos similares, disponían de documentación falsa para evitar su identificación y se desplazaban con distintos vehículos, por lo que disponían de gran movilidad. «Por la mañana podían robar en Esparreguera y por la tarde en Argentona», explicó ayer Lluís Gómez, jefe de la unidad territorial de investigación del área metropolitana norte de los Mossos.

Los arrestados residían en barrios modestos con un elevado índice de inmigración, por lo que pasaban desapercibidos. Se repartían por grupos de acción y vivían en tres pisos, en el número 11 de la calle de Llevant en La Mina -en Sant Adrià de Besòs-, en el 6 de la calle de Croia de Barcelona, y en la ronda de Sant Antoni 96 del barrio de Llefià en Badalona. En ningún caso levantaron sospechas entre el vecindario, ya que no hacían ninguna ostentación.

TRES MÉTODOS / Su forma de actuar consistía en establecer dos días de vigilancia en un barrio en el que abundaran las casas adosadas de fácil acceso o los pisos bajos con pocas medidas de seguridad, y bien conectado para permitir una huida rápida. Conocidos los hábitos de los residentes, los delincuentes se dividían en grupos de cinco individuos y dos vehículos para perpetrar los robos, en los que empleaban tres métodos: escalar paredes y forzar ventanas, reventar cerrojos con palanquetas y abrir puertas con radiografías. Así lograron asaltar hasta 42 viviendas. «De ahí la importancia de tener mecanismos de seguridad en los domicilios», advierte Gómez.

Los Mossos recuperaron artículos robados valorados en unos 250.000 euros y 11 vehículos sustraídos. Destaca la rapidez con que la banda colocaba el material en el mercado negro y la celeridad con que enviaba dinero en efectivo a Chile. De los 10 detenidos, cinco han ingresado en prisión provisional dictada por el juzgado de guardia de Badalona.